Por Lucia Mutikani
WASHINGTON, 29 nov (Reuters) -
La confianza de los consumidores estadounidenses cayó a su nivel más bajo en cuatro meses en noviembre, con los hogares menos dispuestos a gastar en artículos de gran valor en los próximos seis meses por la alta inflación y el alza de los costos de los préstamos, lo que eleva el riesgo de una recesión.
Sin embargo, la encuesta del Conference Board del martes también mostró que los consumidores siguen siendo optimistas sobre el mercado laboral, lo que podría limitar parte de la desaceleración económica prevista.
El mercado laboral se ha mantenido resistente a pesar de las fuertes subidas de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal, lo que ha contribuido a mantener a flote el gasto de los consumidores y de la economía en general.
"El consumidor sigue desanimado por las perspectivas económicas al entrar en la recta final del año, pero la mayor preocupación aún no ha pasado de la inflación, con el aumento de los precios de los productos que se encuentran en las estanterías de las tiendas, al mercado laboral o a la posibilidad de encontrar o conservar el empleo", dijo Christopher Rupkey, economista jefe de FWDBONDS en Nueva York.
El grupo The Conference Board dijo que su índice de confianza del consumidor cayó a 100,2 este mes, desde el 102,2 de octubre, a un mínimo desde julio.
Economistas encuestados por Reuters habían previsto una lectura de 100,0. Aún así, el índice se mantiene por encima de los mínimos durante la pandemia del COVID-19 y pone de relieve la situación del mercado laboral, que sigue siendo ajustada.
Las expectativas de inflación a 12 meses de los consumidores aumentaron al 7,2% desde el 6,9% del mes pasado.
"Las expectativas de inflación subieron a máximos desde julio, liderados por precios de la gasolina y los alimentos", dijo Lynn Franco, directora senior de Indicadores Económicos de The Conference Board en Washington.
"La combinación de la inflación y las subidas de las tasas de interés seguirán planteando retos para la confianza y el crecimiento económico a principios de 2023", añadió.
La Reserva Federal ha subido sus tasas de interés 375 puntos básicos este año, desde cerca de cero hasta un rango del 3,75%-4,00%, en lo que se ha convertido en el ciclo de subida de tipos más rápido desde la década de 1980.
El llamado diferencial del mercado laboral de la encuesta, derivado de los datos sobre la opinión de los encuestados acerca de si los puestos de trabajo son abundantes o difíciles de conseguir, subió a 32,8 desde 31,8 en octubre. La medida se correlaciona con la tasa de desempleo del Departamento de Trabajo.
Aunque ha bajado desde el 44,7 del pasado noviembre, la cifra aún es bastante alta según los estándares históricos.
"La estrategia de la Reserva Federal de intentar reducir la disponibilidad de puestos de trabajo en relación con la oferta de mano de obra para presionar a la baja la inflación no parece haber avanzado en noviembre, sobre la base de esta encuesta de hogares", dijo Conrad DeQuadros, asesor económico principal de Brean Capital en Nueva York.
PREOCUPACIÓN POR LA INFLACIÓN
La inflación sigue siendo la principal preocupación de los consumidores, por lo que éstos se muestran menos interesados en realizar grandes compras en los próximos seis meses, según la encuesta.
El descenso de las intenciones de compra se produjo en todos los ámbitos, lo que indica una ralentización de la demanda de bienes y también refuerza las expectativas de que las recientes señales de desinflación de los bienes podrían afianzarse.
El dato también encaja con las opiniones de que la economía podría experimentar una fuerte desaceleración del crecimiento o una leve recesión en el primer semestre de 2023.
Según la encuesta, también son menos los consumidores que planean comprar una vivienda en los próximos seis meses.
La subida de las tasas de interés hipotecarias y los elevados precios han reducido considerablemente la asequibilidad para muchos posibles compradores.
Si bien los precios de la vivienda se han alejado de los máximos históricos del auge del mercado inmobiliario impulsado por el COVID-19, siguen siendo significativamente altos.
El martes, un informe independiente mostró que el índice nacional de precios de la vivienda S&P CoreLogic Case-Shiller aumentó un 10,6% interanual en septiembre, lo que supone una desaceleración respecto al alza del 12,9% de agosto.
Sin embargo, la escasa oferta mantendrá probablemente un suelo bajo los precios de la vivienda.
Un tercer informe de la Agencia Federal de Financiación de la Vivienda mostró que los precios aumentaron un 11,0% en los 12 meses hasta septiembre, tras el 12,0% en agosto. (Reporte de Lucia Mutikani. Editado en español por Marion Giraldo)