SAN ANTONIO (AP) — El juicio de un exagente de la Patrulla Fronteriza que confesó haber asesinado a cuatro trabajadoras sexuales en el sur de Texas porque quería “limpiar las calles” inició el lunes.
En caso de ser declarado culpable, Juan David Ortiz, de 39 años, enfrenta una sentencia de cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional debido a que la fiscalía no solicitó la pena de muerte.
Al momento de su arresto, Ortiz, veterano de la Marina, se desempeñaba como supervisor de inteligencia de la Patrulla Fronteriza. Fue detenido el 15 de septiembre de 2018 en Laredo, luego de que Erika Peña logró escapar y le pidió ayuda a un patrullero estatal. El lunes, Ortiz se declaró inocente de homicidio punible con la muerte, agresión agravada con un arma letal, restricción ilícita y evadir el arresto.
“Verán y escucharán, en sus propias palabras, cómo llevó a cada una de las mujeres al lugar en el que morirían, cómo las ejecutó”, dijo el fiscal de distrito del condado de Webb, Isidro Alaniz, en su declaración inicial ante el jurado. “Escucharán en sus propias palabras la indiferencia, la falta de respeto, la degradación que siente por estas personas”.
“Escucharán la evidencia en sus propias palabras: ‘Quería limpiar las calles’", continuó Alaniz, añadiendo que Ortiz se refería a las mujeres con palabras peyorativas en español.
Ortiz está siendo enjuiciado en San Antonio, en el condado de Bexar, luego de que la defensa solicitó trasladar el juicio del condado de Webb debido a la enorme cobertura mediática.
Alaniz también señaló que durante su confesión, Ortiz les dijo a los investigadores dónde encontrar el cuerpo de una de sus víctimas.
El abogado de Ortiz, Joel Perez, dijo a los jurados en su declaración de apertura que los investigadores sacaron conclusiones apresuradas, y que la confesión de su cliente fue “forzada”. Aseguró que su cliente estaba “quebrantado” y era “suicida” al momento de su confesión luego de ser interrogado por más de ocho horas. Meses antes, al veterano se le administraron “un montón de píldoras antipsicóticas” luego de buscar ayuda porque no podía dormir y sufría pesadillas, comentó Perez.
Ortiz también les dijo a los investigadores que sufría de desmayos, añadió Perez.
“Este es un hombre derrotado”, indicó Perez.
Melissa Ramírez, de 29 años, fue asesinada el 3 de septiembre de 2018, y Claudine Luera, de 42 años, fue asesinada 10 días después.
El 14 de septiembre de 2018, Ortiz recogió a Peña, quien les dijo a los investigadores que Ortiz se comportó de forma extraña cuando mencionó el asesinato de Ramírez. Peña testificó el lunes que se echó a correr cuando Ortiz le apuntó con una pistola en una gasolinera, y que estaba llorando cuando se acercó a pedirle ayuda a un patrullero estatal que estaba cargando combustible.
Ortiz huyó y, según dijo después a los investigadores, recogió y mató a sus dos últimas víctimas: Guiselda Alicia Cantú, de 35 años, y Janelle Ortiz, de 28. Las autoridades localizaron finalmente a Juan David Ortiz en el estacionamiento de un hotel, donde fue detenido.