BRUSELAS (AP) — Ministros del Interior de la Unión Europea evaluaron el viernes varias propuestas para aliviar las tensiones entre Francia e Italia por los migrantes que llegan a sus costas sin autorización, e incluso tomar medidas severas contra embarcaciones operadas por organizaciones benéficas que hacen trabajos de búsqueda y rescate en el mar Mediterráneo.
En semanas recientes, varios cientos de personas que esperaban entrar a Europa se quedaron varados a bordo de embarcaciones de asistencia mientras los países discuten si les deberían permitir desembarcar y dónde.
La situación se desenvuelve en un año en que más de 90.000 migrantes han llegado hasta la fecha a Europa a través del Mediterráneo, principalmente desde Libia y Túnez; un aumento de casi el 50% comparado con el mismo periodo de 2021. Casi 2.000 personas han muerto o desaparecido en el mar.
Una discusión diplomática surgió hace unas semanas cuando Italia manipuló a Francia para que recibiera a un buque de rescate humanitario, el Ocean Viking, con 234 migrantes a bordo. Durante semanas, el gobierno de derecha de Roma se negó a darle acceso a un puerto.
Francia tomó represalias al suspender su participación en un pacto de solidaridad de la UE en el que recibiría a unas 3.000 personas, en un proceso conocido como “reubicación”, que llegaron este año a Italia y envió a agentes para reforzar sus cruces en la frontera sur y evitar que migrantes ingresen.
“Si Italia no recibe las embarcaciones, no acepta el derecho marítimo, y el puerto seguro más cercano, no hay motivo para que los países que hacen la reubicación, Francia y Alemania, sean los mismos países que aceptan a las embarcaciones o a los migrantes directamente desde África o Asia”, dijo el ministro del Interior francés Gerald Darmanin.
La rama ejecutiva de la UE, la Comisión Europea, sometió a discusión un plan de acción. Parte de ese plan incluye la idea de imponer normas más severas a los buques que hacen el trabajo de búsqueda y rescate. Ni la UE ni sus países miembros buscan activamente a migrantes en el mar a menos que reciban una llamada de emergencia.