Los padres de Katie Meyer han presentado una demanda de muerte por negligencia contra la Universidad de Stanford en la que aseguran que la portera de 21 años estaba angustiada debido a las medidas disciplinarias que enfrentaba tras un incidente ocurrido en agosto de 2021.
Meyer se quitó la vida a finales de febrero. La demanda civil fue presentada el miércoles ante la Corte Superior del condado Santa Clara. El periódico USA Today obtuvo copia de la demanda.
En la demanda se afirma que Meyer derramó café sobre una jugadora de fútbol de la universidad que supuestamente había agredido sexualmente a otra compañera del equipo.
También incluye que Meyer recibió un aviso formal por escrito la noche del 28 de febrero, la misma en la que murió, y en el que se le acusada de una “infracción a las normas fundamentales”.
Debido a la infracción, su diploma quedó en suspenso algunos meses antes de que pudiera graduarse, según USA Today.
Sus padres afirman en la demanda que el aviso fue entregado “fuera de horario” cuando Meyer se encontraba “sola en su cuarto sin ningún apoyo ni recursos”.
De acuerdo con la demanda, Meyer respondió a un correo electrónico en el que “dijo estar ‘muy conmocionada y angustiada’ de que la acusaran y amenazaran con expulsarla de la universidad”, y recibió otro correo de seguimiento en el que le habían programado una reunión para tres días después.
Los padres dijeron en la demanda que Meyer tuvo “una reacción de estrés agudo que la llevó impulsivamente” a quitarse la vida.
De acuerdo con la demanda, Meyer dijo en noviembre de 2021 a empelados de la Universidad de Stanford que estaba “asustada durante meses de que mi torpeza arruine mis probabilidades de salir de Stanford con una buena nota”.
La vicepresidenta adjunta de comunicaciones externas de Stanford, Dee Mostofi, dijo el miércoles a USA Today que la Universidad “discrepa categóricamente” con la aseveración en la demanda de que la escuela fue responsable de la muerte de Meyer y que no había visto la documentación judicial.
Meyer formo parte de la selección femenina de Estados Unidos en 2019. Atajó dos disparos en la victoria que se decidió en serie de penaltis sobre Carolina del Norte tras el empate 0-0 en tiempo regular.