CARACAS (AP) — El gobierno de Nicolás Maduro y representantes de la oposición venezolana, encabezada por Juan Guaidó, retomarán el fin de semana en México los diálogos suspendidos desde octubre del año pasado.
Horas después del anuncio que previamente hicieron diplomáticos noruegos, Maduro destacó que en la capital mexicana, sede las conversaciones, las partes suscribirán un acuerdo parcial en materia social e insistió en su cuestionamiento a las sanciones económicas de Estados Unidos.
Maduro agradeció a Noruega y el gobierno mexicano por la “diplomacia prudente” que ha apoyado y sirvió de base para que estos diálogos.
Ese acuerdo, según indicó, está dirigido a atender las necesidades sociales y problemas de servicios públicos mediante la recuperación de activos del Estado venezolano que “se encuentran secuestrados" en el sistema financiero internacional, expresó Maduro durante la conducción de su programa de radio dedicado al ritmo caribeño conocido como salsa.
“Después veremos que otros temas se puedan conversar con este sector de la oposición”, aseveró.
“El mundo debe estar claro en eso, nosotros estamos negociando con un sector que buscó la intervención militar de Venezuela” y “que responde a las directrices” de Washington, indicó el gobernante, resaltando que “nadie nos va a imponer nada, ni ahora ni nunca”, advirtió el mandatario venezolano.
El jefe de la delegación del gobierno de Maduro y presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, en compañía de Maduro, afirmó, que es "un buen acuerdo”.
Los fondos se destinarán a reforzar el sistema de salud, recuperar la infraestructura eléctrica y las escuelas y en la atención de los afectados por las torrenciales lluvias que han azotado en los últimos meses al país sudamericano, se informó.
Se espera que los diálogos se focalicen en un programa de ayuda humanitaria para Venezuela así como las condiciones para los comicios presidenciales previstos para 2024.
La reanudación del diálogo se producirá dos semanas después de que los delegados del gobierno y la oposición se reunieron en París en una mesa redonda para abordar la crisis venezolana promovida por el presidente francés Emmanuel Macron.
Asistieron a esa mesa redonda Rodríguez y Gerardo Blyde, representante de la llamada Plataforma Unitaria, un bloque opositor conformado por miembros del grupo que en 2021 intentó dialogar con representantes del gobierno en México.
Mediante el diálogo, el gobierno de Maduro procura conseguir que se suspendan todas las sanciones que pesan sobre su administración y altos funcionarios, incluido él mismo.
La oposición, por su parte, dijo en un comunicado que acude al diálogo "con la urgencia y la voluntad de encontrar, de una vez por todas, acuerdos tangibles y reales que se traduzcan en soluciones para la crisis humanitaria"; en particular “la construcción de condiciones e instituciones que garanticen, entre otras cosas, elecciones libres y observables”.
Las conversaciones -que comenzaron formalmente en septiembre de 2021 en México tras la firma de un memorando de entendimiento un mes antes- se mantienen suspendidas desde octubre del año pasado cuando Maduro le ordenó a su delegación retirarse en protesta por la extradición a Estados Unidos del empresario Alex Saab.
Saab -de origen colombiano y que el gobierno de Maduro designó como su representante diplomático y en último momento lo incluyó como delegado en los diálogos- fue detenido en Cabo Verde en junio de 2020 tras hacer una escala en ese país cuando se dirigía a Irán para cumplir con una misión humanitaria que le brindaba inmunidad, según las autoridades venezolanas.
El gobierno de Maduro ha incorporado a la esposa de Saab, Camila Fabri, como miembro de la delegación oficial en los diálogos de México. Agregó, sin dar detalles, que Fabri formará parte del grupo mientras se resuelve la reincorporación de su esposo. Saab está acusado en Estados Unidos de haber lavado cientos de millones de dólares provenientes de negocios corruptos con Maduro.
La iniciativa, en la que Noruega participa como promotor como en el fallido intento de 2019, es vista por muchos en la comunidad internacional como un motivo de esperanza para avanzar hacia una salida pacífica y negociada de la crisis política, social y económica de Venezuela.
Estados Unidos, entre otras decenas de países, reconocieron a Guaidó como presidente interino después de que se proclamase como tal cuando fungía como jefe de la Asamblea Nacional (2016-2021), argumentando que Maduro fue reelecto en 2018 en comicios fraudulentos.
El apoyo internacional, uno de los principales activos con los que contaba Guaidó, ha disminuido significativamente con el paso del tiempo.