BEIJING (AP) — La policía golpeó a trabajadores que protestaban por una disputa salarial en la mayor fábrica de iPhones, cuyo nuevo modelo se ha retrasado por los controles impuestos por China para intentar contener un aumento en los casos de COVID-19.
Foxconn, el mayor contratista para ensamble de smartphones y otros productos electrónicos, tiene dificultades para atender los pedidos del iPhone 14 de Apple después de que miles de empleados abandonaran la fábrica en la ciudad central de Zhengzhou el mes pasado tras quejas por condiciones de trabajo inseguras.
El estatus de China como potencia exportadora se basa en fábricas como la de Foxconn, que ensamblan electrónicos, juguetes y otros bienes para el mundo entero.
El gobierno chino está tratando de contener la última ola de brotes sin cerrar las fábricas y el resto de su economía como hizo a principios de 2020. Su táctica incluye mantener a los trabajadores viviendo en sus fábricas sin contacto con el exterior.
Foxconn ofreció mayores salarios para atraer a más trabajadores a la fábrica de Zhengzhou para ensamblar el iPhone 14, que se vende en Estados Unidos a un precio base de 799 dólares.
El martes estalló una protesta después de que los empleados que habían viajado largas distancias para ocupar puestos de trabajo en la fábrica se quejaran de que la empresa había cambiado las condiciones de pago, según un empleado identificado como Li Sanshan.
Li dijo que renunció a un trabajo en hostelería cuando vio un anuncio que prometía 25.000 yuanes (3.500 dólares) por dos meses de trabajo. Eso supondría un aumento significativo sobre el salario medio para este tipo de trabajo en la zona.
Cuando los empleados llegaron, la empresa les dijo que tenían que trabajar dos meses más con un salario inferior para recibir los 25.000 yuanes, según Li.
“Foxconn lanzó ofertas de contratación muy tentadoras, y los trabajadores de todas partes del país vinieron, sólo para descubrir que se les estaba tomando el pelo”, dijo.
Videos publicados en internet mostraban a miles de personas con mascarillas enfrentándose a policías ataviados con trajes de protección blancos y escudos antidisturbios. La policía pateó y golpeó a un manifestante con macanas después de que éste agarrara un poste de metal que habían utilizado para golpearlo anteriormente. Las personas que grabaron las imágenes dijeron que fueron filmadas en el lugar.
Las protestas de Zhengzhou se producen en un momento en el que el Partido Comunista se enfrenta a una creciente frustración por las restricciones impuestas en diversas partes de China que han cerrado tiendas y oficinas, y han confinado a millones de personas en sus hogares.
Los confinamientos se han traducido en protestas en algunas ciudades. Videos en redes sociales muestran a los residentes derribando las barricadas instaladas para imponer los cierres de los barrios.
El partido gobernante prometió este mes que intentaría reducir las inconformidades reduciendo las cuarentenas y haciendo otros cambios. Sin embargo, el partido sigue apegándose a la estrategia de “cero COVID” a fin de aislar cada caso, mientras que los gobiernos de otros países disminuyen los controles e intentan vivir con el virus.
La protesta en Zhengzhou se prolongó hasta el miércoles por la mañana, cuando miles de trabajadores se reunieron afuera de los dormitorios y se enfrentaron a los trabajadores de seguridad de la fábrica, según Li.
Apple Inc. no respondió de momento a una solicitud de comentarios.
La compañía advirtió anteriormente que las entregas del iPhone 14 se retrasarían después de que, debido a los brotes, se suspendiera el acceso a una zona industrial alrededor de la fábrica de Zhengzhou, que según Foxconn emplea a 200.000 personas.
Otros videos mostraban a los manifestantes rociando extintores hacia la policía.
Un hombre que se identificó como secretario del Partido Comunista a cargo de los servicios comunitarios apareció en un video publicado en la red social Sina Weibo instando a los manifestantes a retirarse. Les aseguró que sus demandas serían atendidas.
Foxconn, cuya sede está en la ciudad de Nueva Taipéi, Taiwán, dijo que “siempre se han cumplido” sus obligaciones contractuales sobre los pagos.
La compañía rechazó lo que describió como los comentarios en línea de que empleados infectados con el virus vivían en dormitorios en la fábrica de Zhengzhou. Dijo que las instalaciones fueron desinfectadas y aprobaron las inspecciones gubernamentales antes de que se alojara a los empleados.
“En lo que respecta a cualquier tipo de violencia, la empresa seguirá comunicándose con los empleados y el gobierno para evitar que vuelvan a producirse incidentes similares”, se afirma en un comunicado de la empresa.
Foxconn ofreció hasta 10.000 yuanes (1.400 dólares) a los empleados de reciente contratación que quisieran renunciar y regresar a sus casas, informó el medio noticioso de finanzas Cailianshe, que citó a reclutadores no identificados.
Foxconn no respondió a una solicitud para que confirmara la información y abundara en detalles.
Las protestas se han avivado a medida que el número y severidad de los brotes han aumentado en toda China, debido a lo cual las autoridades han procedido a cerrar vecindarios y a imponer otras restricciones en diversas áreas, incluso en Beijing, la capital, que a decir de los residentes rebasan lo permitido por el gobierno nacional.
En las últimas tres semanas se han detectado más de 253.000 casos de coronavirus, y el promedio diario va en aumento, dijo el martes el gobierno. Esta semana, las autoridades informaron de las primeras muertes por COVID-19 en China en seis meses.
El gobierno mantendrá en marcha su política contra el COVID mientras “supera con decisión el estado de parálisis y laxitud”, dijo un portavoz de la Comisión Nacional de Salud, Mi Fenjg.
El jueves, el gobierno reportó 31.656 casos en las últimas 24 horas. De esa cifra, 27.646 eran asintomáticos y 212 se infectaron en el extranjero. El total aumentó aproximadamente un 10% con respecto al día anterior. La provincia de Henan y su capital, Zhengzhou, registraron 851 infectados.
Asimismo el jueves, se indicó que permanezcan en casa durante cinco días las personas de ocho distritos de Zhengzhou, que tiene un total de 6,6 millones de habitantes, y que salgan sólo a comprar alimentos o a buscar atención médica. Se ordenó la realización de pruebas a gran escala en lo que el gobierno de la ciudad describió como una “guerra de aniquilación” contra el virus.
El gobierno de la ciudad de Guangzhou, donde se han registrado los mayores brotes, anunció que abrió 19 hospitales temporales con un total de casi 70.000 camas para pacientes de coronavirus. La ciudad anunció la semana pasada planes para construir hospitales e instalaciones de cuarentena para 250.000 personas.
Asimismo, Beijing inauguró el miércoles un hospital en un centro de exhibiciones y suspendió el acceso a la Universidad de Estudios Internacionales de Beijing después de que detectaran un caso en el lugar. La capital cerró antes centros comerciales y edificios de oficinas, y suspendió el acceso a algunos complejos de apartamentos.
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Zen Soo informó desde Hong Kong. La asistente de noticias de The Associated Press, Caroline Chen, contribuyó a este despacho.