CIUDAD DE MÉXICO (AP) — Aunque puedan terminar las restricciones al asilo impuestas en 2020 por el expresidente Donald Trump, Estados Unidos continuará expulsando de forma expedita a los migrantes que crucen ilegalmente la frontera y no tengan base jurídica para quedarse en el país, dijo el martes Blas Núñez-Neto, subsecretario Interino de Política Fronteriza e Inmigración de Departamento de Seguridad Nacional.
Además, indicó que se está en conversaciones con terceros países para repatriar a nacionales cuyas devoluciones a sus países de origen no pueden hacerse de forma directa. Uno de estos casos es el de los venezolanos —puesto que Washington no tiene relaciones diplomáticas con Caracas— y para ello se está hablando, entre otros, con México, dijo el subsecretario.
Nuñez-Neto ofreció una conferencia de prensa virtual después de que un juez estadounidense ordenara la semana pasada que para el 21 de diciembre debían terminar las restricciones de asilo que Trump impuso en marzo 2020 con el argumento de prevenir la expansión de la pandemia. Desde esa fecha ha habido 2,4 millones de expulsiones por esa ley de salud pública llamada Título 42.
Otro juez de otro estado había decretado previamente que esa norma debía seguir y el lunes por la noche 15 estados conservadores de Estados Unidos presentaron una iniciativa para participar en la batalla legal e intentar que el Título 42 continúe.
Todos estos movimientos tienen lugar en medio de un creciente flujo de migrantes hacia Estados Unidos, sobre todo de venezolanos. Washington anunció en octubre un plan para ofrecer visas legales a una parte de estos nacionales que cumplan ciertos requisitos, como llegar a territorio estadounidense por via aérea y tras solicitar el permiso de forma virtual.
Las agencias de la ONU y países como México dieron la bienvenida a ese programa de otorgar visas a venezolanos aunque confiaron en que pueda ampliarse.
La administración de Joe Biden lleva más de un año preparándose para el fin del Título 42 y, según dijo el funcionario, está poniendo en marcha un plan que, entre otras medidas, aspira a reducir el tiempo de procesamiento de los solicitantes de asilo en la frontera pero tendrá “consecuencias legales o expulsiones expeditas” para quien cruce ilegalmente.
Todo ello, incluidas las repatriaciones, se harían bajo una ley de migración llamada Título 8 y que lleva décadas vigente.
“Sabemos que los coyotes están haciendo correr rumores e información falsa”, dijo Núñez-Neto. Por eso subrayó que quienes crucen ilegalmente y no puedan quedarse en Estados Unidos “serán deportados”.
El subsecretario no ofreció detalles sobre los nuevos planes para procesar a los solicitantes de asilo en la frontera pero garantizó que el plan “aprovecha todos los recursos del gobierno” y agregó que conlleva trabajo conjunto con México para luchar contra los traficantes.
El fin del Título 42 hace temer una mayor llegada de migrantes a Estados Unidos desde México por lo que el funcionario indicó que tienen 23.000 agentes trabajando en la frontera.
El Título 8 permite las repatriaciones y las “expulsiones expeditas” pero también garantiza que si el migrante expresa temor por ser devuelto o solicita asilo el caso tendría que llegar a un juez.