DOHA (AP) — El partido que enfrentará a Dinamarca y Túnez el miércoles en el Mundial pondrá frente a frente a uno de los países más críticos con el torneo que organiza Qatar y a una de las cuatro selecciones árabes que compiten.
La cita en el estadio Education City supondrá también el regreso de Christian Eriksen a un gran torneo tras el paro cardiaco que sufrió el año pasado en el Campeonato Europeo.
Dinamarca tiene objetivos muy ambiciosos tras alcanzar las semifinales en la Eurocopa, seguida de una campaña de las eliminatorias casi perfecta, mientras Túnez busca superar la fase de grupos por primera vez en su sexta aparición en una Copa del Mundo.
Desde su llegada a Qatar, Dinamarca ha estado entrenando con una equipación negra en recuerdo de los trabajadores migrantes que fallecieron durante la construcción de la infraestructura para el torneo.
Dinamarca tenía previsto emplear el brazalete antidiscriminación de la campaña “One Love" junto a otras selecciones europeas, pero los equipos retiraron la campaña luego de que la FIFA amenazó con sancionar su uso con tarjetas amarillas a los capitanes.
“Imagine saltar al campo con una tarjeta amarilla clara para empezar. Eso no es posible y tenemos que asegurarnos de que no depende de los futbolistas tomar esa decisión", afirmó el seleccionador danés Kasper Hjulmand.
El técnico tunecino Jalal Kadri se refirió la polémica diciendo que “estamos en un país árabe con tradición islámica, tenemos que respetar la cultura de otros pueblos”.
La vuelta de Eriksen es una de las historias más conmovedoras del torneo, menos de 18 meses después de que los médicos tuviesen que emplear un desfribilador para reanimarlo mientras un país horrorizado — y gran parte del mundo del fútbol — observaba su cuerpo sin vida tendido sobre el césped del estadio Parken de Copenhague.
Es la última etapa de su notable regreso a la élite del fútbol, primero a la Liga Premier con el Brentford londinense y el Manchester United, que demostró que sigue estando entre los mejores volantes creativos del mundo. En marzo reapareció con la selección y anotó dos minutos después de entrar al campo como sustituto en la derrota por 4-2 ante Holanda.
“Esto es especial”, dijo Eriksen. “Desde la primera entrevista que hice, cuando dije en público que quería volver a jugar, (competir en un Mundial) era mi primer objetivo.
Túnez solo ha conseguido dos victorias en una Copa Mundial: contra México en 1978 y ante Panamá hace cuatro años en Rusia.
Pero con su afición viajando en masa para el primer Mundial en Oriente Medio, Kadri ha indicado que dejará el cargo si no avanzan a octavos. Pero esa es una tarea complicada en el Grupo D, que incluye a la vigente campeona Francia y a Australia.