DOHA (AP) — En medio de una ola de críticas por una derrota en el último partido de preparación de México para el Mundial, el seleccionador argentino Gerardo Martino y sus jugadores han decidido guardar un voto de silencio en Qatar.
El entorno de pesimismo previo entre los mexicanos previo a un Mundial le es familiar al entrenador colombiano Juan Carlos Osorio, quien hace cuatro años desembarcó en Rusia 2018 criticado fuertemente por perder ante Dinamarca en el cierre de la preparación.
“México es un país muy futbolero, una raza muy emocional como somos la mayoría de los latinos” dijo Osorio, quien es analista en el Mundial para ESPN. “La opinión precipitada, agresiva, que no violenta, arriesgada y volátil es el fiel reflejo de lo que somos como sociedad”.
Los mexicanos trabajaron el domingo a puertas cerradas y por tercer día consecutivo nadie de la plantilla ha querido dar declaraciones previas al partido ante Polonia, el debut del Tri en la Copa del Mundo.
Martino compareció por última vez luego de la derrota ante los suecos de 2-1 en Girona, el pasado miércoles. Ni la cadena Televisa, dueña de los derechos de transmisión del equipo mexicano, ha logrado hacer que el entrenador haga alguna declaración.
El “Tata” ha sido criticado fuertemente por la prensa mexicana por el mal paso del equipo que ha venido a menos en su desempeño en el último año y medio. Ex jugadores como Hugo Sánchez han sido duros en sus críticas para el entrenador.
“Entiendo la responsabilidad, pienso que a veces es demasiado, especialmente para el encargado del grupo, pero sabemos que el que tenga el honor de dirigir a la selección mexicana tiene un compromiso inmenso con esa raza y esa cultura mexicana y hay que aceptarlo y encararlo”, afirmó Osorio.
A lo largo de sus cuatro años al frente de la selección mexicana, el estratega colombiano fue criticado especialmente por las rotaciones constantes de jugadores, pero el andar del equipo en la eliminatoria fue distinto.
Osorio condujo a los mexicanos al primer puesto del hexagonal final y logró vencer a Estados Unidos en su patio por primera vez en 44 años. En cambio, Martino encadenó tres reveses ante los estadounidenses, el odiado rival de los mexicanos, incluyendo las finales de la Liga de Naciones y la Copa de Oro, y en las eliminatorias de la CONCACAF.
En el Mundial de Rusia, México dio un campanazo en su primer partido al vencer a Alemania, luego hizo lo mismo ante Corea del Sur, pero cayó ante Suecia para perder el liderato del grupo. Acabaron cruzándose ante Brasil en los octavos de final y perdieron 2-0.
“Después de ganarle a Alemania y Corea el mayor error mío fue arriesgar tanto ante Suecia, debí ser más pragmático y aguantar el resultado y se pudo pasar primero”, recordó Osorio. “Ahora esperemos que así sea el caso ahora para que México pase a ese quinto partido”.
México está obsesionado por alcanzar los cuartos de final en una Copa del Mundo por primera vez desde que fue anfitrión en 1970 y 1986.
La falta de gol y lesiones de jugadores clave como Jesús Corona, quien se perdió el Mundial, y Raúl Jiménez, quien sigue entre algodones, le complican el panorama a los mexicanos para mantener viva su racha de acceder a todas las segundas rondas de los mundiales en los que ha participado desde 1986.
La última vez que un equipo mexicano se quedó en fase de grupos fue en Argentina 1978.
“La presión es la suma de las expectativas y en México esas expectativas son muy altas, puede ser que ahora el público lo vea todo desde un punto de vista negativo y el día de juego va a esperar lo mejor de la selección", agregó Osorio. "Pero por ahora el escrutinio público es inevitable”.
Y Martino lo está viviendo en carne propia.