NUEVA YORK (AP) — El brasileño Ilan Goldfajn fue escogido el domingo como el nuevo presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, tras una elección que devolvió las riendas de la institución a un latinoamericano después de la súbita destitución del estadounidense Mauricio Claver-Carone por violaciones al código de ética.
El Departamento del Tesoro estadounidense anunció la decisión a través de un comunicado después de la elección que llevó a cabo la Asamblea de Gobernadores del banco.
Los otros cuatro aspirantes eran la argentina Cecilia Todesca Bocco, el chileno Nicolás Eyzaguirre, el mexicano Gerardo Esquivel y Gerard Johnson, de Trinidad y Tobago.
Con préstamos anuales por cerca de 14.000 millones de dólares, el BID es la mayor fuente de financiamiento de la región y el cambio de liderazgo es clave para que vuelva a poner su mirada en Latinoamérica tras dos años de haber sido presidido por Claver-Carone. El estadounidense fue despedido después de que una investigación externa determinara que favoreció a una colaboradora de alto rango con la que sostenía una relación amorosa.
Goldfajn llegó en un momento económico poco alentador para la región, cuando Latinoamérica parecía empezar a recuperarse de la peor crisis económica en más de un siglo provocada por la pandemia de COVID-19, y cuando la guerra en Ucrania cambió las perspectivas y empañó nuevamente el escenario. Las tasas de interés subieron dificultando el acceso al crédito, la inflación se disparó y la actividad económica se desaceleró a nivel mundial.
Goldfajn, que asumirá el cargo por un periodo de cinco años, se desempeñó anteriormente como presidente del banco central de Brasil y fue economista jefe en varias de las principales instituciones financieras brasileñas. Se ausentó de su trabajo actual como director del hemisferio occidental en el Fondo Monetario Internacional para competir por el puesto. Fue nominado por el presidente saliente de Brasil, Jair Bolsonaro.
Gobernadores escogidos por los 48 países miembros del banco votaron en la elección. El poder de voto de cada gobernador es proporcional al capital del banco suscrito por su país. El mayor inversionista es Estados Unidos, que con el 30% del total de los fondos tiene un papel clave en la elección.
Los gobernadores suelen ser ministros de finanzas, presidentes de bancos centrales u otras altas autoridades económicas. El banco dijo a través de un comunicado el domingo que la elección se llevó a cabo en la sede del BID en Washington, con delegaciones que participaron en persona y de manera virtual.
Janet Yellen, secretaria del Departamento del Tesoro estadounidense, felicitó a Goldfajn a través de un comunicado.
“El BID juega un papel vital en el avance del bienestar económico, social y medioambiental de América Latina y el Caribe”, escribió Yellen. “Estados Unidos espera trabajar con el presidente Goldfajn para implementar el conjunto de reformas que los accionistas han establecido para impulsar el desarrollo sostenible, inclusivo y resiliente; crecimiento liderado por el sector privado; ambición climática; y mejorar la eficacia institucional del BID”.
La postulación de Claver-Carone fue vista por muchos como una apuesta política del por entonces presidente estadounidense Donald Trump. Los nominados esta vez son economistas con trayectoria y experiencia técnica en puestos de liderazgo, tanto en gobiernos como a nivel internacional.
Goldfajn tiene ante sí la tarea de impulsar economías en la región que se ven afectadas por un círculo vicioso de monedas colapsadas, niveles de deuda externa crecientes y fuga de capitales impulsada por la inflación y el aumento de las tasas de interés en Estados Unidos y Europa. El mes pasado, el Fondo Monetario Internacional redujo su pronóstico de crecimiento en toda la región al 1,7 % en 2023, por debajo de la estimación del 2 % realizada en julio.
Los desequilibrios derivados de la desigualdad y la pobreza generalizada en la región, así como los nuevos riesgos provocados por el cambio climático, siguen siendo desafíos que requerirán recursos financieros adicionales que hasta ahora han resultado difíciles de reunir.
Antes de ser destituido, Claver-Carone no pudo obtener el apoyo de Estados Unidos para un aumento de capital que aumentara los préstamos anuales que otorga el banco.
Antes de Claver-Carone, los presidentes del banco fueron el colombiano Luis Alberto Moreno (2005-2020) y el uruguayo Enrique Iglesias (1988-2005).
En una entrevista reciente con la AP, Goldfajn enumeró sus prioridades.
“Necesitamos una institución que se ocupe de la pobreza, la inequidad y la inseguridad alimentaria”, expresó. Mencionó también el cambio climático y la inversión en infraestructura física y digital.