Con la convicción de que el auge de los viajes de placer es permanente, Airbnb quiere ampliar sus ofertas y para ello busca convencer a más gente que ofrezca sus hogares para rentas a corto plazo.
La empresa dijo el miércoles que aumentará la cobertura de responsabilidad para los anfitriones hasta 3 millones de dólares, intentando atraer a dueños de viviendas de mayor categoría en lugares de alto costo como California. También hará acompañar a los novatos por un “superanfitrión” que los guiará en el proceso de convertirse en un arrendador a corto plazo, desde anotarse en el listado hasta recibir su primer huésped.
Aumentar sus listados no parece ser la mayor dificultad para Airbnb.
El CEO Brian Chesky dice que la empresa con sede en San Francisco está tomando medidas para volver más transparente el precio cuando los clientes recorren los listados de Airbnbn y pronostica que eso reducirá las altísimas tarifas por aseo que agregan muchos anfitriones... para fastidio de los clientes.
La empresa sigue tratando de impedir las grandes fiestas en las casas rentadas, algunas de las cuales se han vuelto violentas.
En todo este tiempo, a Airbnb le ha ido mejor durante la pandemia que a la mayoría de las empresas de viajes. Este mes reportó ganancias de 1.210 millones de dólares en el tercer trimestre. Pero sus acciones cayeron porque las ganancias y reservaciones fueron inferiores a lo previsto por Wall Street, y la empresa dio un pronóstico cauteloso para el cuarto trimestre.
Los inversores temen que ante el aumento de los precios de alimentos, gasolina y alojamiento —y ante los pronósticos de recesión— los clientes reducirán sus gastos no esenciales como los viajes, lo cual perjudicará a Airbnb.