Los hipopótamos cazados furtivamente por su piel y dientes, los tiburones cazados para vender sus aletas y una diminuta rana con piel translúcida se encuentran entre los cientos de especies que podrían obtener una mayor protección en la conferencia de vida silvestre de Naciones Unidas que inicia el lunes.
La Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES, por sus sigas en inglés), en la que se reunirán 184 naciones durante las próximas dos semanas en Panamá, considerará endurecer las regulaciones comerciales sobre alrededor de 600 plantas y animales potencialmente en riesgo de extinción. Se recomendarán regulaciones de comercio internacional menos restrictivas para otras nueve especies.
“El objetivo de la CITES es garantizar que estas especies silvestres puedan sobrevivir en la naturaleza para las generaciones futuras”, dijo la secretaria general Ivonne Higuero a The Associated Press.
El tratado internacional de comercio de vida silvestre, que se adoptó hace 49 años en Washington, D.C., ha sido elogiado por ayudar a detener el comercio ilegal e insostenible de marfil y de cuernos de rinoceronte, así como de ballenas y tortugas marinas.
Pero ha sido criticado por sus limitaciones, incluyendo que depende de que los países en desarrollo con problemas de liquidez combatan el comercio ilegal, que se ha convertido en un lucrativo negocio de 10.000 millones de dólares al año.
Millones de especies no están incluidas en la CITES, incluyendo más de un tercio del comercio de reptiles por internet, según un estudio. Los mercados nacionales están fuera del alcance del tratado y algunos expertos se han quejado de que las listas de la CITES a menudo se producen después de que una especie ha sido afectada demasiado. Internet está avivando el comercio ilegal. Una pesquisa realizada este mes por la Sociedad de Conservación de la Vida Silvestre concluyó que partes de jaguar, cuyo comercio está prohibido por la CITES, se encuentran ampliamente disponibles en línea.
Aun así, los conservacionistas dijeron que la CITES sigue siendo la única herramienta disponible para garantizar que el comercio de plantas y animales se realice de manera sostenible. Los gobiernos enumerarán las especies que requieren permisos, brindando cierto nivel de transparencia al comercio. O si el comercio pone en riesgo una planta o un animal, una lista lo limitará o lo prohibirá por completo.
“La CITES está funcionando, pero sólo puede ser tan buena como su implementación por parte de los países exportadores, los países de tránsito y los países importadores”, afirmó Susan Lieberman, vicepresidenta de política internacional de la Sociedad de Conservación de la Vida Silvestre.
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El periodista de The Associated Press Patrick Whittle contribuyó a este despacho desde Portland, Maine.
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Michael Casey está en Twitter como @mcasey1
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