Venezuela: la pobreza retrocede pero aumenta la desigualdad

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CARACAS (AP) — El 53,3% de los venezolanos vive bajo el umbral de pobreza extrema, lo que representa una reducción de 14,7 puntos porcentuales en comparación con 2021, indicó un estudio difundido el jueves por una de las principales universidades del país sudamericano en el que contrasta el aumento de la desigualdad social.

La Encuesta Nacional de Condiciones de Vida que realizó el Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) estimó que el 50% de los hogares experimentaron una mejora en sus ingresos monetarios.

La encuesta, que se realizó en 2.218 hogares entre julio y agosto pasado, midió también la llamada pobreza multidimensional -que además de los ingresos, incorpora otras variables como las múltiples carencias que enfrentan los hogares en áreas como educación, salud- se encontró que por primera vez en siete años muestra una mejoría al pasar de 65,2% en 2021 a 50,5% en 2022.

La mejora del ingreso y en el empleo son los principales factores de la reducción de la pobreza, explicó el director del Proyecto Pobreza de la UCAB, sociólogo Luis Pedro España,

De acuerdo con los resultados del estudio, sin embargo, los niveles de desigualdad se acentuaron en Venezuela.

España comentó que en un hogar de dos personas con buena posición social y actividad económica el ingreso mensual supera en promedio los 1.000 dólares, pero en los hogares en pobreza extrema el ingreso apenas apenas alcanza los 16 dólares, según la muestra.

“La pobreza comienza a tener más que ver con factores sociales y de infraestructura, como la vivienda, educación y servicios; aunque las económicas siguen predominando", matizó el sociólogo. Precisamente, los costos de estos rubros se han incrementado notablemente en los últimos 12 meses.

En comparación con el año pasado, los hogares sin inseguridad alimentaria experimentaron un crecimiento al subir de 11,8% en 2020 a 21,9% en 2022, según la muestra.

Esa realidad coincide con lo diagnosticado previamente por el Programa Mundial Alimentación de la ONU, que asegura que la mayoría de los venezolanos tiene una dieta deficiente. Esa situación se ha atribuido durante años a la escasez de alimentos básicos en Venezuela, pero ahora la causa fundamental son los elevados precios fijados de acuerdo con su costo en dólares, lo que ha minado el poder de compra de millones de venezolanos.

El salario mínimo en Venezuela, que percibe la mayoría de los trabajadores, es de menos de 13 dólares al mes, mientras el ingreso promedio en el sector privado, que es el que ha mejorado en los últimos años, es de unos 101 dólares mensuales. Un litro de aceite de maíz tiene un costo de 3,9 dólares, por ello comprarlo es un lujo que muchos no se pueden permitir.

Una hiperinflación de cuatro dígitos repercutió en la economía nacional y de los hogares durante cuatro años, apuntalando un incremento de precios de bienes y servicios de más del 50% al mes, pero en 2020 el índice inflacionario comenzó a relajarse.

Esa desaceleración, en parte, es atribuida a la decisión de la administración de Nicolás Maduro de flexibilizar el control de cambio vigente desde 2003, permitiendo la libre circulación del dólar desde mayo 2019.

Se estima que la inflación cerrará en 125% en 2022.

El gobierno, el Banco Central de Venezuela y el Instituto Nacional de Estadísticas dejaron de publicar periódicamente las cifras oficiales de inflación, crecimiento económico, pobreza, entre otros indicadores económicos, desde el 2016.

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