(Bloomberg) -- Los primeros tres meses de la Administración de Gustavo Petro han sido duros.
Una y otra vez, el presidente colombiano o algún alto miembro de su equipo ha defendido públicamente una controvertida postura sobre política económica, solo para que algún otro miembro del gabinete —por lo general, el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo— se retracte rápidamente de la idea tras el desplome de la moneda y los bonos.
La visión optimista es que estos son solo dolores de crecimiento para una nueva administración izquierdista que intenta encontrar la fórmula para promulgar cambios radicales en una economía que cree que ha concentrado demasiada riqueza en una élite y se ha vuelto demasiado dependiente de los combustibles fósiles. Pero, dada la intransigente estrategia que Petro parece decidido a adoptar —y la manera en que millones de colombianos lo siguen firmemente—, también es posible que los primeros tres meses sean un preludio de lo que vendrá durante el resto de su mandato de cuatro años.
A continuación, se presentan los cuatro vuelcos más drásticos del equipo de Petro hasta el momento:
Extracción de petróleo
Petro hizo campaña con la promesa de poner fin a nuevas exploraciones de petróleo, y la ministra de Minas y Energía, Irene Vélez, ha dicho reiteradamente que no habrá nuevos contratos.
Dado que los combustibles fósiles representan aproximadamente la mitad de las exportaciones, y una quinta parte de la inversión extranjera directa e ingresos fiscales, la situación puso nerviosos a algunos inversionistas.
Ocampo dijo que, a pesar de lo que hayan dicho sus compañeros, el Gobierno aún está analizando si se necesitan nuevos contratos de exploración de petróleo. Petro, sin embargo, reafirmó su convicción en un discurso el lunes en la cumbre climática COP27 y dijo que el mundo necesita poner fin a su dependencia del petróleo y el carbón, y que la crisis climática es producto de los mercados y la acumulación de capital.
Controles de capital
Petro agravó la liquidación de bonos y moneda de Colombia con una serie de tuits el 5 de octubre, en los que criticaba las alzas de tasas del banco central y reflexionaba sobre un impuesto a las salidas de capitales como una posible alternativa. Ocampo intentó limitar el daño al día siguiente diciendo “de forma muy enfática” que no se están evaluando controles de capital.
Posteriormente ese mes, Ocampo, que forma parte de la junta directiva del banco central, votó a favor de un alza de un punto porcentual a la tasa de interés, aparentemente ignorando los deseos de Petro.
Los fondos extranjeros que han invertido dinero en el mercado de deuda local de Colombia durante la última década se convirtieron en vendedores netos en octubre, por primera vez en 11 meses.
Petrolera estatal
Los inversionistas están monitoreando atentamente los cambios en la petrolera estatal Ecopetrol SA en medio de su intento por comprender mejor la política energética de Petro.
Mientras aún estaba en la campaña electoral, Petro dijo que planeaba despedir a la mayor parte de la junta. Sin embargo, cuando los accionistas —de los cuales el Gobierno es, por lejos, el más grande— escogieron una nueva junta el mes pasado, muchos se sorprendieron al ver que se volvió a nombrar presidente a Felipe Bayón en lugar de alguien cercano a Petro.
También anunciaron la designación de Carlos Gustavo Cano, ex codirector del banco central, como presidente del directorio, en presentaciones regulatorias en Colombia y Estados Unidos. Inicialmente, los analistas aplaudieron los anuncios, pero ese optimismo se desvaneció menos de un día después cuando la empresa se retractó del nombramiento de Cano y designó a otra persona en su lugar.
Ocampo dijo a la prensa que el nombre inicial se había anunciado “prematuramente”. Citigroup Inc. señaló en una nota que la medida envía “el mensaje equivocado y desafía la independencia de la junta directiva”.
Compras de tierras
La presidencia anunció que Colombia comprará 3 millones de hectáreas de tierras para agricultores de escasos recursos — lo que, según Petro, podría costar cerca de 60 billones de pesos (US$13.000 millones)— y que podría emitir deuda pública para financiar las compras.
Al ser consultado en una conferencia de prensa sobre los planes para vender bonos en pesos, conocidos como TES, para la compra de terrenos, Ocampo respondió: “No sé si el presidente dijo eso o no, pero, en todo caso, en el Ministerio de Hacienda tenemos claro que no se puede hacer. No se puede comprar tierras con TES”.
Nota Original:Colombia’s Policy U-Turns Are Piling Up Under New Leftist Leader
--Con la colaboración de Oscar Medina.
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