NAIROBI (AP) — Comenzó el lunes otra ronda de negociaciones entre el gobierno etíope y la región separatista de Tigray, a fin de resolver detalles del acuerdo alcanzado la semana pasada para poner fin a las hostilidades en un conflicto de dos años que, según cálculos, ha matado a cientos de miles de personas.
En las reuniones en Kenia participan comandantes militares de ambos bandos, además de negociadores políticos. Entre los temas a discutir están cómo monitorear el acuerdo, el desarme de las fuerzas tigreñas y la reanudación de servicios básicos y ayuda humanitaria para Tigray, una región del norte de Etiopía que lleva meses aislada.
Los camiones con asistencia humanitaria podrán entrar a la zona “quizás para fines de esta semana o mediados de la próxima”, declaró a periodistas Redwan Hussein, el principal negociador del gobierno etíope. El negociador tigreño, Getachew Reda, indicó que la llegada de la ayuda humanitaria aumentaría la confianza.
Un funcionario allegado a las conversaciones señaló que probablemente continuarán hasta el miércoles. La persona pidió no ser identificada al no estar autorizada a hablar del tema públicamente.
Se ha establecido un canal de comunicación entre las dos partes para resolver cualquier incidente “ya que ambos reconocen el desafío de comunicarse plenamente con todas sus unidades para que cesen los combates”, declaró el funcionario.
Entre los facilitadores del diálogo están el expresidente nigeriano Olesegun Obasanjo, delegado de la Unión Africana; el expresidente keniano Uhuru Kenyatta, y oficiales militares de Nigeria, Sudáfrica y Kenia. Como observadores están Estados Unidos y la Autoridad de Desarrollo Intergubernamental.
Kenyatta expresó que las partes “tienen la esperanza de que la próxima vez estaremos en (la capital regional de Tigray) para nuestro encuentro” y que ambas partes “al final celebraremos juntos en Adís Abeba”, la capital de Etiopía.
Durante el fin de semana, el negociador del gobierno etíope expresó a diplomáticos extranjeros que Etiopía “ha sufrido un daño colosal” y que el ministro de Hacienda calcula que el país necesitará unos 20.000 millones de dólares para la reconstrucción.
“Pronto podremos restaurar la electricidad y las telecomunicaciones” en Tigray, vaticinó el funcionario.