Santiago de Chile, 7 nov. La Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP) elige este martes un nuevo presidente en medio de una profunda crisis causada por la recurrente violencia en los estadios, las irregularidades en el campeonato nacional, la escasa competitividad del torneo y por la ausencia de la Roja del Mundial de Qatar.
Como favorito parte el actual mandatario, Pablo Milad, pese a que a su gestión se le imputan muchos de esos problemas, y en particular el hecho de que la Roja vea el mundial por televisión por segunda edición consecutiva.
Milad, de 58 años, licenciado en educación física, empresario y político adscrito al partido de centro derecha Evopoli, llegó a la presidencia del fútbol chileno en 2020 como sucesor de Sebastián Moreno, quien renunció antes de terminar el mandato.
Desde entonces, el antiguo presidente de Curicó Unido ha mezclado luces y sombras: lidió de forma sobresaliente con la pandemia, haciendo que Chile fuera uno de los primeros países del mundo en recuperar el fútbol profesional.
Pero fracasó a la hora de que la selección clasificara para Qatar 2022, tarea que encomendó al técnico uruguayo Martín Lasarte.
AGUDAS CRÍTICAS
Sus opositores le acusan de no haber sabido planificar con diligencia y apuntan a la controvertida figura del director técnico, el español Francis Cagigao, un profesional de dilatada carrera y de aquilatado prestigio que trabajó a las órdenes de Arsene Wegner en la cantera del Arsenal y que ha tratado de construir las bases inexistentes del fútbol formativo chileno.
Sin embargo, se le ha imputado a ambos el fracaso de la selección, que ni siquiera alcanzó la repesca y se vio superada en la fase de clasificación por Brasil, Argentina, Uruguay y Ecuador, los cuatro equipos que estarán en el mundial. y por Perú, que perdió por penales la eliminatoria final frente a Australia.
Milad se presenta a la reelección con el debe, además, de la violencia y las irregularidades que han caracterizado el actual campeonato de liga, ganado por Colo Colo, con numerosos partidos suspendidos, equipos sin estadios, estadios sin espectadores, polémicas arbitrales graves y mucha violencia, tanto en las gradas como en el exterior de los recintos.
A ello se suma la falta de competitividad de una liga que está considerada una de las más débiles de Sudamérica, sin apenas proyección exterior: todos los equipos chilenos cayeron este año en la fase de grupos de las copas Libertadores y Sudamericana, y son escasos los futbolistas chilenos que han salido rumbo a campeonatos más potentes, ya sea en América o en Europa.
POSIBLE SEGUNDA VUELTA
Milad se enfrenta a dos candidatos procedentes de equipos de las llamadas "colonias": Lorenzo Antillo, ex presidente del Audax Italiano, a quien muchos apuntan como el "candidato de los representantes" de futbolistas.
Y Fernando Awad, antiguo dirigente de Palestino, multimillonario vinculado al fútbol formativo, que ha emergido como la candidatura de consenso frente a Milad y Antillo, que tienen percepciones y planes divergentes.
Según le dijeron a EFE fuentes en el entorno de los presidentes que participarán este martes en la elección, Milad tiene un amplio respaldo pero al parecer deberá ir a una segunda vuelta frente a uno de los dos rivales, implicados en una apurada carrera.
Tanto que de acuerdo con las mismas fuentes, ambos estarían en este momento igualados a 15 votos.
LA "PAPA CALIENTE" DE LA FEDERACIÓN
Uno de los problemas más complejos a los que deberá hacer frente el ganador será la separación de la ANFP de la Federación Chilena de Fútbol, algo que ya intentó años atrás el expresidente y directivo de FIFA Harold Nicholls, y que parece irresoluble.
Tanto Awad, que tiene el apoyo de Colo Colo, como Antillo, al que apoyan clubes como Universidad de Chile, coincidieron este lunes en que es una decisión que debe adoptarse, pero mientras el primero no quiso poner una fecha el segundo dijo tener un plan detallado para lograrlo.
Antillo insistió en que se deben crear dos estructuras directivas paralelas e independientes y que la ANFP debe buscar "financiación alternativa" frente al dinero que genera la selección, que debería ir a la federación.
Ambos coincidieron, asimismo, en que debe dotar de mayor competitividad a la liga chilena, pero también en que es "imposible" cambiar el actual sistema de reparto de los derechos de televisión, que favorece grandemente a tres equipos sobre el resto y que es el origen de los problemas.
Los dos insistieron en que se necesitan "otras fuentes de ingreso" para incentivar al resto de equipos y que el problema de la violencia en los estadios debe resolverse construyendo una mejor relación de cooperación con las autoridades políticas.
Respecto al otro gran tema de controversia, la selección, Antillo aseguró que si llega a la presidencia no renovará a Francis Cagigao, una de las peticiones de la mayoría de los representantes, mientras que Awad aseguró que valorará todas las opciones, como valorará si se debe cambiar el sistema de liga para hacerla más competitiva.
Lázaro García