MILÁN (AP) — Italia permitió que un barco de rescate humanitario que transportaba a 179 migrantes ingresara a un puerto siciliano y comenzara a desembarcar a menores el domingo por la mañana, mientras se niega a responder a las solicitudes de puerto seguro de otros tres barcos que transportan a 900 personas más en aguas cercanas.
El nuevo gobierno de extrema derecha de Italia ha cerrado sus puertos para los barcos de rescate de migrantes operados por grupos no gubernamentales e insiste en que los países cuya bandera enarbolan los barcos deben recibir a los migrantes. Otorgó al Humanity 1 sólo acceso a puerto para desembarcar a menores de edad y personas que necesitaran atención médica.
Funcionarios de la organización benéfica administrada por Alemania que opera el Humanity 1 criticaron la decisión de Italia de distinguir a los migrantes “vulnerables”, diciendo que todos fueron rescatados en el mar, lo que por sí mismo les hace elegibles para puerto seguro bajo la ley internacional.
El único legislador negro en la cámara baja italiana, Abourbakar Soumahoro, se reunió con Humanity 1 en el puerto de Catania y catalogó el cierre de los puertos por parte del gobierno a los barcos de las ONGs como una “vergüenza”.
“En este momento, en el puerto de Catania se está realizando un desembarco selectivo”, tuiteó Soumahoro. “Cuerpos desgastados de náufragos de antemano agotados por el frío, la fatiga, el trauma y la tortura son considerados objetos por el gobierno de Giorgia Meloni”.
La medida fue aprobada luego que Alemania y Francia instaron a Italia a dar puerto seguro a los migrantes e indicaron que recibirán a algunos de ellos para que Italia no cargue sola con toda la responsabilidad.
No se han ofrecido tales provisiones a los otros tres barcos. El Geo Barents, de bandera noruega, que transportaba a 572 migrantes, y el Rise Above, de gestión alemana, con 93, ingresaron a aguas italianas al este de Sicilia este fin de semana para buscar protección contra mares embravecidos por tormentas, pero sin recibir el consentimiento de Italia o una respuesta a las repetidas solicitudes de un puerto seguro.
El Ocean Viking, operado por la organización benéfica europea SOS Mediteranee, con 234 migrantes a bordo, permaneció en aguas internacionales, al sur del Estrecho de Messina. Sus peticiones por un puerto tampoco tampoco fueron respondidas.
“Hemos estado esperando 10 días por un lugar seguro para desembarcar a los 572 sobrevivientes”, dijo Juan Mattias Gil, jefe de misión del Geo Barents, que es operado por Médicos sin Fronteras. El jefe de la operación, Riccardo Gatti, indicó que aparte de sufrir de infecciones cutáneas y respiratorias, muchos a bordo estaban estresados por el largo tiempo en el mar.
SOS Humanity, que opera el Humanity 1, sólo informó que había realizado 19 solicitudes para un puerto seguro, todas sin respuesta. Agregó que el barco transporta 100 menores no acompañados, así como bebés de hasta siete meses.
El nuevo gobierno italiano de ultraderecha insiste en que los países cuya bandera enarbolan los barcos gestionados por organizaciones benéficas deben aceptar a los inmigrantes. En una conferencia de prensa el viernes por la noche, El ministro del Interior italiano, Matteo Piantedosi, describió esos barcos como “islas” que están bajo la jurisdicción de los países de la bandera.
El ministro de Infraestructura, Matteo Salvini, conocido por su postura antiinmigrante, elogió la nueva directriz que él mismo firmó junto con los ministros de Defensa e Interior de Italia.
“Dejemos de ser rehenes de estas ONGs extranjeras y privadas que organizan las rutas, el tráfico, el transporte y las políticas migratorias”, dijo Salvini en un video de Facebook, repitiendo su afirmación de que la presencia de los barcos alienta a los traficantes de personas.
Las organizaciones no gubernamentales rechazan esa interpretación y señalan estar obligadas por la ley del mar a rescatar a las personas en peligro y que las naciones costeras tienen la obligación de proporcionar un puerto seguro tan pronto como sea posible.
“El decreto del ministro del Interior italiano es indudablemente ilegal”, sostuvo Mirka Schaefer, del SOS Humanity. “Hacer retroceder a los refugiados en la frontera italiana viola la Convención de Ginebra sobre los Refugiados y las leyes internacionales”.
La mayoría viajó a través de Libia, de donde partieron en busca de una vida mejor en Europa en botes no aptos para el mar y a menudo enfrentaron abusos de traficantes de personas en el trayecto.
A tiempo que a los barcos humanitarios se les niega un puerto seguro, miles de inmigrantes han llegado a las costas italianas durante la última semana, ya sea por su cuenta en barcos de pesca o rescatados en el mar por las autoridades italianas. El sábado llegaron a Augusta 147, incluyendo 59 en el buque petrolero Zagara que también transportaba dos cadáveres.
La situación en Rise Above era particularmente desesperada, con 93 personas abarrotadas a bordo de un bote relativamente pequeño de 25 metros (82 pies). La portavoz Hermine Poschmann describió una “situación crítica que... provocó tensiones enormes” a bordo, porque los pasajeros vieron tierra y no entendían por qué no estaban atracando.
El jefe de misión del barco, Clemens Ledwa, exigió un puerto seguro de inmediato, argumentando el mal tiempo y la capacidad limitada del pequeño barco.
“Esto no es un deseo. Este es el derecho de todos”, señaló el viernes por la noche.
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Emily Schultheis reportó desde Berlín.