WASHINGTON (AP) — El presidente Joe Biden acusó el lunes a las compañías petroleras de “especular con la guerra”, y planteó la posibilidad de aplicarles un impuesto sobre ganancias extraordinarias si no aumentan la producción nacional.
En declaraciones breves, el mandatario criticó a las empresas petroleras por obtener ganancias récord y a la vez negarse a ayudar a que el pueblo estadounidense tenga combustibles a precios más bajos. El presidente dejó entrever que le pedirá al Congreso que aplique penalizaciones fiscales a las petroleras si no empiezan a invertir una parte de sus ganancias en reducir los costos para los consumidores del país. Biden emitió la advertencia a sólo unos días de que se lleven a cabo las elecciones intermedias el 8 de noviembre.
“Mi equipo trabajará con el Congreso para que examine estas opciones que están disponibles para nosotros y otros”, declaró el mandatario. “Ya es hora de que estas compañías dejen de especular con la guerra, cumplan sus responsabilidades en este país y le den alivio al pueblo estadounidense, y que aún así obtengan muy buenas ganancias”.
Biden criticó a una compañía en específico, ExxonMobil, que reportó ganancias de 19.700 millones de dólares tan sólo en el tercer trimestre. Censuró a la empresa con sede en Irving, Texas, por usar sus ganancias récord para proporcionarle a los accionistas dividendos elevados y para recompra de acciones, pero no para invertir en mejoras a la producción que beneficiarían a los consumidores. Otra empresa petrolera, Chevron, registró 11.230 millones de dólares en utilidades en el tercer trimestre, cerca de las ganancias récord que obtuvo en el trimestre previo.
En los últimos dos trimestres, ExxonMobil, Chevron, Shell, BP, ConocoPhillips y TotalEnergy obtuvieron más de 100.000 millones de dólares en ganancias, más de todo lo que obtuvieron el año pasado.
“Las ganancias récord de las empresas petroleras en la actualidad no se deben a que hicieron algo nuevo o innovador”, manifestó Biden. “Sus ganancias extraordinarias son consecuencia de la guerra, ganancias extraordinarias por el conflicto brutal que está asolando Ucrania y afectando a decenas de millones de personas en todo el planeta”.
Los elevados precios en las gasolineras han exacerbado la inflación y han afectado la imagen de Biden y de los demócratas ante los electores.
El Congreso tendría que aprobar cualquier impuesto adicional a los productores de energía, lo cual podría ser una tarea difícil de lograr en la legislatura actual en la que los demócratas controlan la Cámara de Representantes y el Senado por estrecho margen, y aún más difícil si los republicanos recuperan una o ambas cámaras el 8 de noviembre.
Los estadounidenses han tenido que pagar precios de la gasolina dolorosamente altos en los últimos meses: un promedio nacional de más de 4,80 dólares por un galón (1,26 dólares por litro) de gasolina regular a principios de julio, según la AAA. Desde entonces han bajado a 3,76 dólares por galón (alrededor de 1 dólar por litro), pero la Casa Blanca dice que deberían ser más bajos, dado el descenso de los precios mundiales del petróleo en el mismo periodo.
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El periodista de The Associated Press Matthew Daly contribuyó a este despacho.