CIUDAD DE MÉXICO (AP) — En un intento por reivindicar al pueblo indígena yaqui, que por siglos ha sufrido abusos y más recientemente una ola de asesinatos, el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador suscribió el sábado un decreto para restituirle alrededor de 30.000 hectáreas.
Durante una visita al municipio norteño de Guaymas, en el estado de Sonora, López Obrador se reunió con integrantes del grupo indígena para firmar el decreto de devolución de las tierras que les fueron despojadas hace varias décadas, acto que consideró como un “acto histórico”.
Ante decenas de yaquis, el gobernante se comprometió a “hacer justicia” y horrar a la comunidad".
“Es un homenaje a todos los que perdieron la vida, los que lucharon en la Revolución Mexicana por la justicia, libertad, democracia y soberanía nacional”, señaló.
En septiembre del año pasado, el gobierno de López Obrador ofreció una disculpa pública a los yaquis —el grupo indígena más perseguido de México_, que fueron objeto de una campaña del gobierno para exterminarlos o expulsarlos a finales del siglo XIX.
En esa oportunidad, el gobierno se comprometió a devolverles tierras, hacer que se cumplan los acuerdos para que se reserve la mitad del agua del río Yaqui para uso indígena y a construir un acueducto para llevar agua potable a las comunidades yaquis del norte de Sonora.
Las medidas formaban parte del llamado Plan de Justicia para el Pueblo Yaqui dirigidas a revertir diversos agravios, como el hecho de que la mayor parte del agua del río que lleva el nombre de los yaquis es desviada para abastecer las zonas urbanas de Sonora.