Paula Fernández
Lisboa, 29 oct. El 1 de noviembre de 1755, Lisboa sufrió un terremoto que destruyó gran parte de la ciudad. Más de 250 años después, la capital portuguesa revive a través de un museo interactivo el acontecimiento que también cambió la forma de hacer ciencia y el pensamiento filosófico de la época.
El "Gran Terremoto", con una magnitud estimada de 8,5 en la escala Ritcher, sacudió Lisboa la mañana del día de Todos los Santos, cuando muchos de sus habitantes estaban en misa.
Las velas encendidas en las iglesias provocaron múltiples incendios y el temblor desató un maremoto, una serie de catástrofes que destruyeron gran parte de la ciudad y mataron a un cuarto de su población.
El terremoto y sus impactos se pueden revivir ahora en Quake, un centro interactivo en el turístico barrio de Belém que permite volver al siglo XVIII a través de simuladores de seísmos, relatos de la época, paneles interactivos y hasta una máquina del tiempo.
CONOCER Y VIVIR LA CATÁSTROFE
"Quisimos concentrar todos los conocimientos históricos y científicos dentro de un edificio que permitiese al visitante conocer en detalle este acontecimiento", cuenta a EFE la cofundadora del centro, Maria Marques.
Y no sólo conocerlo, también vivirlo.
A través de diez salas, los visitantes pueden recorrer las calles de la Lisboa de 1755 y conocer el día a día de sus habitantes y de la que entonces era la cuarta mayor ciudad de Europa, escuchar la misa de Todos los Santos sentados en un simulador en una iglesia y sentir los temblores que se produjeron aquella mañana.
Después pueden huir a las calles de la ciudad, ahora llenas de humo, ruinas y gritos.
"Creemos que la mejor forma de transmitir el conocimiento es formar parte de la experiencia con emociones", insiste Marques.
EL TERREMOTO QUE CAMBIÓ EL MUNDO
"Si hay candidatos serios a 'día que cambió el mundo', el 1 de noviembre de 1755 es uno de ellos", aseguraba el historiador y político Rui Tavares en su "Pequeño Libro del Gran Terremoto".
Porque, más allá de su destrucción, tuvo impactos en diferentes ámbitos que también se repasan en Quake.
"En la ciencia, en la filosofía y en el urbanismo, el terremoto de Lisboa ayudó al hombre a pensar de forma diferente", explica a EFE el otro cofundador, Ricardo Clemente.
La catástrofe, que destruyó decenas de iglesias en una ciudad católica durante una importante festividad religiosa pero dejó intacta la calle donde estaban los burdeles, sacudió la moral y la fe de la época.
Hizo temblar también la idea ilustrada del progreso e influyó en pensadores como Voltaire e Immanuel Kant, que buscaban una explicación para la enormidad del seísmo.
La reconstrucción de Lisboa fue además la primera planificación a gran escala de una ciudad en la Edad Moderna, a manos de un primer ministro que pasaría a la historia como el Marqués de Pombal.
Este marqués quiso reconstruir la ciudad a prueba de terremotos y dio nombre a la "jaula pombalina", una estructura de madera usada para que las edificaciones resistieran los temblores.
También trató de entender lo que había ocurrido y elaboró un cuestionario para las localidades afectadas, que ayudó a sentar las bases de la sismología moderna.
Quake da también espacio a la ciencia, repasa otros célebres y mortíferos terremotos de la historia e intenta preparar al visitante para el seísmo que podría volver a azotar a la zona de Lisboa.
"No sabemos si será dentro de un día, de un año o de mil años, pero un día va a pasar. Y lo primero es que debemos estar preparados", concluye Clemente.
Para conmemorar el aniversario del terremoto, el centro ha preparado una programación especial para este 1 de noviembre con figurantes y música de la época en directo. EFE
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