Morelia (México), 26 oct. Un día después de la entrega del premio Óscar en 2017, Barry Jenkins, autor del filme que ganó tres estatuillas esa noche, viajó a Uxmal, México, donde conoció la historia de los mayas y cómo el misionero Fray Diego de Landa quemó sus códices, y no pudo pensar más que en la historia de "su gente".
"Si me siento orgulloso de algo es que en los últimos 20 años he podido hacer una crónica de la experiencia de mi gente y eso hace que sea más difícil a que otros la cuenten o sea borrada", dijo Jenkins en conferencia con medios mexicanos en el marco del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM).
"Tenemos que contar nuestras historias para que no las cuenten otros", expresó.
El director arribó como uno de los invitados especiales del mayor encuentro de cine de México, donde películas como "Moonlight" (2016) serán proyectadas para después tener algunos encuentros con el público.
Dicho filme ha sido para él uno de los "actos políticos" más claros de su carrera al retratar la complejidad emocional e identitaria por la que atraviesa un joven de una comunidad negra de Estados Unidos al tiempo que lidia con un barrio marcado por la pobreza y las drogas.
"En películas y series previas al año 2010, era como si la gente negra nunca soñara, (en 'Moonlight') intenté meterme dentro de la conciencia de la gente negra y de alguna forma muy concreta mostrar que sí sueñan y que tiene un nivel de conciencia elevada como cualquier otra persona", relató.
"El simple hecho de mostrar que la gente negra sueña es hacer política", aseguró.
UN PÚBLICO DIFÍCIL
En la actualidad, Jenkins se encuentra al frente de la secuela de "El rey león" de Disney que llevará el título de "Mufasa: The Lion King".
El trasladar su narrativa al campo infantil le parece a él uno de los retos más fuertes de su carrera, contrario a lo que considera el resto de la gente.
"Si un chef cocina para un adulto en un restaurante de cinco estrellas, los adultos van a pretender que les gusta, pero los niños lo van a vomitar. La gente cree que es fácil, pero es mas difícil porque a los niños les va a gustar o no, no van a fingir que les gusta porque el New York Times dice que es algo bueno", explicó.
Sin dar más detalles del filme por cuestiones de contrato, Jenkins además ha enfrentado un gran reto de dirección al tratarse de un filme "live action" (imágenes reales).
"La he dirigido siete veces, las voces, luego a la gente del guión gráfico, después con las voces editadas, diriges a la gente que se pone los trajes especiales, los movimientos con las voces", detalló.
"He tenido que dirigir mucho más de los que he dirigido antes aunque no lo pueda tocar", ahondó.
Hasta ahora el filme no tiene fecha de estreno y se especula que no será hasta 2024 que la película se concrete.