29.000 migrantes murieron desde 2014 tratando ir a Europa

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BARCELONA (AP) — Más de 29.000 migrantes han muerto tratando de llegar a Europa desde 2014, de los cuales 5.000 fallecieron en los últimos dos años, informó la Organización Internacional para las Migraciones en un reporte difundido el martes.

El Proyecto de Migrantes Desaparecidos de la agencia de la ONU advirtió de “números crecientes de muertes en rutas en el Mar Mediterráneo, en las fronteras terrestres y a lo interno del continente”.

Según el reporte, la ruta más mortífera es la del Mediterráneo central, donde 2.836 migrantes y refugiados han muerto desde enero de 2021 tratando de llegar a Italia o Malta, mayormente desde Libia y Túnez.

La segunda ruta más mortífera es la del océano Atlántico desde África occidental hasta las Islas Canarias, donde se han registrado más de 1.500 muertes desde 2021.

Sin embargo, los investigadores reconocieron que muchas muertes probablemente quedan sin contar, dada la dificultad de registrar “naufragios invisibles”, es decir, los que ocurren sin testigos que puedan contar al mundo lo que pasó.

También han aumentado las muertes en otras fronteras europeas, así como en Grecia, los Balcanes occidentales y el Canal de la Mancha, añadió el reporte.

Muchos de los decesos “se podrían haber evitado si se hubiera otorgado una asistencia eficaz y oportuna a los migrantes agobiados”, lamentaron los autores del proyecto en un comunicado.

El proyecto publicó por primera vez estadísticas de expulsiones forzadas de migrantes por parte de autoridades europeas. Contó 252 decesos, con base en reportes de sobrevivientes.

Dichas expulsiones son ilegales bajo las leyes internacionales y de la UE, ya que violan el derecho a pedir asilo y la prohibición a devolver una persona a un lugar donde enfrenta amenaza real de persecución, tortura o muerte.

De las muertes por dichas expulsiones, según el reporte, 97 fueron el Mediterráneo central, 70 en el Mediterráneo oriental, 58 en la frontera terrestre entre Grecia y Turquía, 23 en el Mediterráneo occidental y 4 en la frontera entre Bielorrusia y Polonia.

“Estos casos son casi imposibles de verificar debido a la falta de transparencia, la falta de acceso y la intensa politización de dichos eventos y, por lo tanto, estas cifras probablemente son un subestimado del número real de muertes”, denunció el reporte.

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