"Return to Monkey Island": nostalgia en un universo pirata

Qué tiempos aquellos. A finales de los años 80 y principios de los 90, las ingeniosas aventuras de apuntar y hacer clic cautivaron a millones de aficionados. Las aventuras del aspirante a pirata Guybrush Threepwood y su desesperada búsqueda tras el secreto de Monkey Island alcanzaron un estatus de culto.

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Infobae

Qué tiempos aquellos. A finales de los años 80 y principios de los 90, las ingeniosas aventuras de apuntar y hacer clic cautivaron a millones de aficionados. Las aventuras del aspirante a pirata Guybrush Threepwood y su desesperada búsqueda tras el secreto de Monkey Island alcanzaron un estatus de culto.

Las dos primeras aventuras fueron concebidas y desarrolladas por Ron Gilbert, considerado como el padre del género "point and click". Con "Return to Monkey Island", el famoso desarrollador retoma el escenario de su mayor éxito. El resultado es un viaje divertido, a veces caprichoso, pero sobre todo nostálgico, a los buenos tiempos de los juegos de ordenador. 

Especialmente los jugadores mayores familiarizados con la saga disfrutarán a fondo esta nueva entrega. En lugar de pulgares bien entrenados y reflejos rápidos, las aventuras de apuntar y hacer clic desafían sobre todo la materia gris. Con un clic del ratón, los personajes del juego exploran su entorno, combinan objetos y resuelven acertijos. Nada ha cambiado en este sentido en "Return to Monkey Island". La intención de Gilbert y su equipo no ha sido revolucionar el género. 

Los héroes de antaño ya son adultos. Junto con su esposa Elaine, Guybrush Threepwood se había retirado de las aventuras. En algún momento, su hijo le hace preguntas sobre su carrera de pirata. Guybrush le habla del malvado pirata fantasma LeChuck, que esta vez sí quiere descubrir el secreto de Monkey Island, y de su propia valentía como pirata abocado a una lucha salvaje contra su archienemigo. 

Como siempre, todo gira en torno a viejos hechizos vudú, pollos fantasmas y zombis piratas. En esta alocada búsqueda del tesoro, los fans volverán a encontrarse con viejos conocidos y se divertirán con algunas referencias y citas de los predecesores. Guybrush avanza a trompicones por la trama, con la misma torpeza que entonces, y el regreso a su isla natal, la Isla Melee, se siente como si volviera al salón de su casa. 

A los entendidos se les recomienda activar el Writer's Cut en el menú, que ofrece algunas opciones de diálogo adicionales y gags internos. Los piratas recién llegados lo tienen más difícil, ya que en la entrega no se explica quién, cómo y por qué tiene una disputa que resolver con Guybrush. Mientras que los aficionados sonríen ante cada reencuentro inesperado, los nuevos jugadores avanzan tanteando en la oscuridad.

Como opción se ofrece a los neófitos el "álbum de recuerdos", en el que se describe de forma breve toda la saga de Monkey Island. Todo esto no le quita al título nada de su valor de entretenimiento. En su viaje, Guybrush gana un concurso de eructos u ofrece un solo de tambores sobre un par de cráneos de esqueletos. Luego tendrá que custodiar el libro de poesía de un zombi pirata y encontrar un llamativo eslogan de marketing sobre el uso de las limas para combatir el escorbuto. 

Durante la bizarra trama, Ron Gilbert pone en jaque a los iconos del género e incluso se burla de "La guerra de las galaxias", un recurso a veces un tanto burdo y de mal gusto, pero casi siempre hilarante y divertido. El versión en inglés es excelente. 

Pese a la nueva sección con un laberinto, el principio del juego sigue siendo sencillo: buscar obstáculos y combinar objetos. Aquellos jugadores que se atascan o no entienden los puzles pueden recurrir al libro de pistas, que a veces conduce a una especie de juego de objetos ocultos. 

Allí hay que buscar con cuidado en cada rincón porque podría estar escondido un objeto importante. Tanto más molesto cuando Guybrush pasa por alto una pequeña e importante pista. 

Además, existe el llamado "backtracking": el constante repaso de lugares conocidos. Si bien este varía en el último tercio del juego, tanto los veteranos como los novatos desearán haber visto más del maravilloso mundo caribeño.

Conclusión: los fans de la saga se deleitarán con el juego. Para aquellos que buscan variedad o nuevas ideas, "Return to Monkey Island" no es el título idóneo. Lo que cuenta es una buena historia, mucho ingenio y mucha nostalgia. La trama está contada con tanto encanto y atención al detalle que es probable que los jugadores no echen de menos la falta de originalidad. Los piratas de antaño se quedarán con un buen sabor de boca: pocas veces ha habido un mejor homenaje a los juegos de aventura gráfica.

dpa