MIAMI (AP) — Una pequeña importadora de mariscos de Texas demandó al gobierno federal estadounidense por bloquear un embarque de lubina chilena procedente de aguas protegidas cerca de la Antártida, un océano en el centro de una disputa diplomática entre Estados Unidos y Gran Bretaña, dos gobiernos que normalmente son aliados.
En el litigio presentado la semana pasada ante el Tribunal Comercial Internacional de Estados Unidos, Southern Cross Seafoods declaró que la decisión de prohibir la importación del pescado era arbitraria, ilegal y que le causaría daños económicos significativos.
Estados Unidos sostiene que el envío sentaría un precedente que podría llevar a la sobrepesca en el Atlántico Sur, además de que podría violar acuerdos internacionales de larga data.
El caso aparentemente pequeño se deriva de una disputa pesquera en la Antártida desatada por el rechazo ruso de los límites a la pesca en zonas delicadas de fauna marina cerca del Polo Sur.
Cada año desde hace cuatro décadas, los gobiernos reunidos en la Comisión de Conservación de los Recursos Marinos de la Antártida ponen límites a la pesca con base en recomendaciones de los científicos. Dado que la comisión toma sus decisiones por consenso, el rechazo ruso significó un veto en efecto de los límites internacionales.
La respuesta de Gran Bretaña fue emitir unilateralmente sus propias licencias para pescar en las aguas cercanas a South Georgia, una isla deshabitada que controla en el Atlántico sur. Ello generó protestas de ambientalistas y del gobierno estadounidense, el cual sostiene que ello socava el manejo de recursos pesqueros internacionales.
“Esta decisión desafortunada no tiene precedente”, escribió un funcionario del Servicio Nacional de Pesca Marina de Estados Unidos en una carta a Southern Cross, negándole su solicitud de permiso para importar lubina chilena congelada. “Plantea nuevas interrogantes legales y políticas e implica temas delicados en las relaciones internacionales”.
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Joshua Goodman está en Twitter como: @APJoshGoodman