Persistentes sequías en China, África oriental, el oeste de Estados Unidos y el norte de México; devastadoras inundaciones en Pakistán y Kentucky, fuertes olas de calor en Europa y el noroeste de Estados Unidos, destructivos ciclones en el sudeste africano e intensos huracanes en Estados Unidos y América Central son tan solo algunos de los eventos climáticos que los científicos vienen pronosticando desde hace años como consecuencia del calentamiento global.
“Desde los tiempos preindustriales la temperatura subió apenas un grado y ya vemos patrones climáticos más extremos”, expresó Elizabeth Robinson, directora del Instituto de Investigaciones Grantham de Londres.
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NOTA DE REDACCIÓN: Este despacho es parte de una serie sobre los problemas más graves asociados con el cambio climático, el papel de la ciencia, el impacto del calentamiento del planeta y lo que se hace para lidiar con este tema.
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Los científicos han estado estudiando hasta qué punto el clima cambió por la actividad humana. En todo el mundo las temperaturas han ido en aumento.
La temperatura promedio actual, que tiende a ser comparada con estimados de la era preindustrial y el inicio de la quema masiva de combustibles fósiles, aumentó entre 0,9 y 1,2 grados Celsius (1,6 1 2 Fahrenheit) desde 1850, en gran medida por la actividad humana, de acuerdo con estimados del informe más reciente del Grupo Intergubernamental sobre el Cambio Climático (GICC). La mayor parte de ese calentamiento se produjo a partir de 1975, a un ritmo de entre 0,15 y 0,2 grados Celsius (0,27 a 0,36 Fahrenheit) por década.
La mayor parte de la gente vive en zonas que se calentaron más que el promedio mundial, “en parte por la urbanización --la gente se va a las ciudades, que son ‘islas de calentamiento urbano’- y en parte por el crecimiento de la población”, expresó Robinson. Los centros urbanos, llenos de infraestructura que absorbe el calor, como carreteras y edificios, y con menos árboles que dan sombra, se transforman en “islas” con climas más calientes.
El nivel de los mares, que aumenta por el calentamiento, la expansión de los océanos y el derretimiento de hielos, también subió más rápidamente.
En el siglo 20, los mares subían aproximadamente un milímetro (0,06 pulgadas) anual, pero ese ritmo de duplicó en los últimos 15 años, según los datos más recientes. Las aguas subieron un promedio de 21 a 24 centímetros (8 a 9 pulgadas) desde 1880, de acuerdo con estimados, y el GICC dice que probablemente aumentarán entre 43 y 84 centímetros (17 y 33 pulgadas) para el 2100.
Si bien el clima y las temperaturas mundiales han fluctuado a lo largo de la historia, lo que alarma a los expertos es la velocidad con que se están dando estos cambios. Los combustibles fósiles --producto de la descomposición de plantas y animales en las profundidades de la tierra-- están siendo extraídos a un paso acelerado.
Los científicos empiezan a descifrar “detalles sobre el ritmo, la magnitud y el momento de los cambios”, y a medir su impacto en las regiones, señaló Kim Cobb, experto en el clima de la Brown University.
El planeta ya siente el impacto del cambio climático y se pueden tomar medidas para adaptarse a la nueva situación y limitar los daños. Las muertes relacionadas con desastres climáticos tienden a bajar a medida que mejoran los pronósticos, la preparación y la resistencia de la gente, de acuerdo con los científicos.
“El nivel de daños que causa un fenómeno climático extremo se ve muy influenciado por las políticas de los gobiernos”, comentó Robinson. Acotó, sin embargo, “que la adaptación (a los cambios) tiene un límite”.
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Seth Borenstein colaboró en este despacho.
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La cobertura del clima y el medio ambiente de la Associated Press recibe apoyo de varias fundaciones privadas. La AP es la única responsable del contenido.