Mundial de Catar dispara los alquileres, inquilinos y aficionados pagan el precio

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Solamente una semana de preaviso. Reem, que trabaja para una gran empresa catarí, fue requerida para que abandonase su apartamento en la isla de la Perla, en Doha, ya que su propietario decidió alquilarlo a un precio mayor durante el Mundial-2022.

Según los testimonios recogidos por la Agencia France-Presse, numerosos residentes en Catar se han encontrado con esta situación en los últimos meses en el momento en que sus propietarios se negaban a renovar sus contratos de arrendamiento. Otros han tenido que elegir entre pagar más durante uno o dos años y buscar algo más barato en otro lugar.

En las redes sociales las quejas son numerosas, aunque la mayoría no respondió a la solicitud de la AFP. Quienes aceptaron contar su caso lo hicieron bajo el anonimato.

"Nos hemos sentido humillados. Tuvimos que mudarnos (...) a un hotel con todas nuestras pertenencias en bolsas y cartones", cuenta Reem, una treintañera que vive en Doha desde hace cuatro años. Al igual que decenas de sus colegas, su empresa le encontró dos años atrás un apartamento en un rascacielos.

Recientemente, su dirección les informó de que el propietario no tenía intención de renovar sus contratos y que contaban con una semana para abandonar los apartamentos "reservados (...) durante el Mundial" del 20 de noviembre al 18 de diciembre.

Un diplomático también confesó que el personal de su embajada había pedido un aumento para hacer frente al alza de sus alquileres.

"Los alquileres aumentaron el mes pasado", constata también Nabil Ghorra, un líbano-estadounidense de 59 años que reside también en la Perla. "Tengo la impresión de que la gente trata de sacar provecho de la situación".

- "Sin piedad" -

"La mayoría de los propietarios son cataríes que quieren aprovecharse del periodo (del Mundial), así que están sin piedad", indica de forma anónima un responsable de una empresa inmobiliaria.

Según afirma, Doha sufre actualmente un alza media de los alquileres del orden del 10% (el porcentaje autorizado por la ley) pero algunos propietarios aumentan los precios "de forma loca".

Anum Hassan, encargado de investigación para el despacho del consejo internacional Valustrat Group en Catar, estima que "los alquileres han aumentado un 40% de media en un año en algunas zonas".

Este fenómeno afecta también a los aficionados que acudirán al rico emirato para presenciar el primer Mundial en el mundo árabe, cuya organización costó millones de dólares.

En el portal booking.com, varios apartamentos de la torre en la que vivía Reem están alquilados por 1.700 euros la noche por 14 días mínimo (lo que supone 24.000 euros en total), mientras que su renta era de 2.500 euros al mes.

En la plataforma Airbnb, los apartamentos para dos personas se alquilan de media por 2.500 euros por noche y 77.000 euros al mes. El alquiler mensual mínimo de una villa es de 13.000 euros pero los precios pueden ascender hasta más de 100.000 euros.

- Un millón de visitantes -

Catar, un país pequeño y con una capacidad de alojamiento limitada, espera recibir a más de un millón de visitantes durante el Mundial.

Algunos harán el viaje de ida y vuelta en el día desde países vecinos. Para albergar al resto, los organizadores han puesto en marcha una plataforma, con precios bajo control, para 130.000 alojamientos en hoteles, cruceros, apartamentos, casas prefabricadas y tiendas de campaña.

Fuera de ese marco, los propietarios tienen libertad para fijar sus tarifas pero la reciente entrada en el mercado de miles de habitaciones de hotel (reservadas por los organizadores pero finalmente anuladas) podrían hacer bajar los precios.

Para rentabilizar también el evento, numerosos inquilinos valoran subalquilar, pero esa opción requiere del visto bueno del propietario.

Adel, un pseudónimo, proponía también desde abril en Airbnb por 900 dólares el apartamento de una habitación que él alquila. "La demanda era muy alta", afirma, pero tuvo que anular las reservas luego de haber recibido un correo de Airbnb reclamándole el acuerdo de su propietario.

Para Reem y sus compañeros las dificultades no han terminado. Deben salir de su alojamiento el 15 de noviembre, reservado durante el Mundial. "Se nos ha dicho que seríamos realojados en apartamentos, pero no es seguro", afirma preocupada la joven.

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