CIUDAD DEL VATICANO (AP) — El papa Francisco exhortó el sábado a los miembros de un importante movimiento católico laico a mantener su entusiasmo, un año después que reformas del Vaticano impusieron controles sobre el liderato de esas organizaciones.
En la Plaza de San Pedro, Francisco les habló a miles de miembros de Comunión y Liberación, una organización laica presente en unos 90 países. El grupo es particularmente activo en Italia y busca influencia política.
El año pasado, el Vaticano dio pasos para regular mejor los movimientos religiosos para los fieles que no son parte del clero, ordenando límites a los términos de sus líderes. La acción forzó la salida de un sacerdote español, Julián Carrón, que había dirigido Comunión y Liberación desde el 2005.
Hace unos pocos meses, el jefe de la oficina del Vaticano para los laicos se quejó de que Carrón seguía ejerciendo influencia contra las reformas del Vaticano.
En a audiencia del sábado, los miembros de la organización vitorearon al papa, que recordó el centenario del nacimiento del fundador, el difunto reverendo Luigi Guissani.
El papa además le agradeció a Carrón “su servicio guiando el movimiento” en los años que siguieron a la muerte de Guissani. Aun así, dijo el pontífice, ha habido “problemas graves, divisiones y ciertamente un empobrecimiento en la presencia de un movimiento eclesial tan importante como lo es Comunión y Liberación, para el cual la iglesia, y yo, esperamos tener más, mucho más”.
Les dijo a los miembros que no se desalentasen. “La crisis estimula el crecimiento”, dijo Francisco.
Con la reforma del 2021, la oficina del Vaticano para los laicos combatió el poco regulado mundo de las asociaciones internacionales de fieles luego de reportes de algunos casos de abusos de autoridad y mala gobernanza.