NAIROBI, Kenia (AP) — La presidenta de un influyente bloque de negociación en la próxima cumbre climática de Naciones Unidas en Egipto ha pedido que las compensaciones económicas para los países más pobres que sufren los efectos del cambio climático ocupen un lugar destacado en la agenda.
Madeleine Diouf Sarr, que preside el grupo de Países Menos Desarrollados (LDC, por sus siglas en inglés), dijo a The Associated Press que la conferencia de noviembre, conocida como COP27, debería “capturar la voz y las necesidades de las naciones más vulnerables y ofrecer justicia climática”.
Al grupo le gustaría que de la cumbre saliese “un acuerdo para establecer una herramienta financiera dedicada” que pague a los países que ya enfrentan los efectos del cambio climático, apuntó.
El LDC, que está formado por 46 naciones que representan una pequeña parte de las emisiones globales, negocia como un bloque en la cumbre de la ONU para defender los intereses de los países en desarrollo. Cuestiones como quién paga la transición de las naciones más pobres a una energía más limpia, las garantías de que ninguna comunidad se queda atrás en esa transición y el fomento de la adaptación de las personas vulnerables al cambio climático llevan mucho tiempo en la agenda del grupo.
Las naciones en desarrollo siguen teniendo serias dificultades para acceder a la financiación de las energías limpias: África atrajo apenas el 2% de la inversión total en este sector en los 20 últimos años, según la Agencia Internacional de Energías Renovables. La agencia meteorológica de la ONU estimó recientemente que el suministro global de energía limpia debe duplicarse para 2030 para que el mundo pueda limitar el calentamiento global dentro de los objetivos establecidos.
Sarr manifestó que el bloque presionará para obtener fondos que ayuden a los países en desarrollo a adaptarse a las sequías, las inundaciones y a otros fenómenos relacionados con el clima, además de instar a las naciones desarrolladas a acelerar sus planes para reducir emisiones. El grupo es especialmente vulnerable al cambio climático por su falta de capacidad de adaptación a fenómenos extremos, indicó la agencia meteorológica de Naciones Unidas.
“Hemos demorado la acción climática demasiado tiempo", dijo Sarr, señalando a los 100.000 millones de dólares anuales para ayuda climática a naciones más pobres, prometidos hace más de una década.
“Ya no podemos permitirnos tener una COP que sea ‘todo palabras'. La crisis climática ha sobrepasado nuestros límites de adaptación, ha provocado pérdidas y daños inevitables, y demoró nuestro necesario desarrollo", afirmó Sarr.
El presidente de la COP27 dijo también que la cumbre de este año debería tratar de poner en marcha los planes de implementación y las promesas acordadas en ediciones anteriores.
Sarr defendió a la conferencia de la ONU como “uno de los pocos espacios donde nuestras naciones se unen para hacer que los países asuman su responsabilidad histórica” y destacó el éxito de la celebrada en París en 2015, que estableció el objetivo de limitar el calentamiento global a 1,5 grados Celsius (2,7 Fahrenheit).
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