Las ventas minoristas se estancaron en Estados Unidos en septiembre, dijo el viernes el Departamento de Comercio, lo que sugiere que la inflación está comenzando a afectar el poder adquisitivo de los estadounidenses.
El monto total de gastos ascendió a 684.000 millones de dólares, sin cambios desde agosto a pesar de la inflación de precios de 0,4% en el mes de acuerdo con el índice de precios al consumidor CPI publicado el jueves.
Los analistas esperaban un aumento del 0,2% en las ventas minoristas el mes pasado, según un consenso de Briefing.com.
Con la excepción de las compras de alimentos, salud y ropa en este mes de regreso a clases, los estadounidenses se apretaron el cinturón en septiembre en el gasto en automóviles (-0,6%), muebles (-0,7%), productos electrónicos y electrodomésticos (-0,8%), materiales (-0,4%) y productos de ocio (-0,7%).
Las ventas de gasolina cayeron (-1,4%) luego del descenso en los precios de la gasolina el mes pasado.
Las ventas minoristas en general fueron un 8,2% más altas que en el mismo período hace un año, según los datos oficiales.
"Las ventas fueron más débiles de lo esperado", dijo Rubeela Farooqi, economista jefe de la consultora HFE. "Se espera que el consumo se desacelere en el tercer trimestre", agregó, notando que "los mayores costos de endeudamiento y una alta inflación, que no parece disminuir, seguirán siendo vientos en contra para el consumo".
Las ventas minoristas dan una primera idea de la evolución del gasto en consumo de los hogares, el tradicional motor de crecimiento en Estados Unidos, pero los estadounidenses gastan más en servicios.
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