BUENOS AIRES (AP) — En un intento de preservar las reservas internacionales, Argentina implementó el jueves nuevos tipos de cambio que encarecen los consumos turísticos realizados en el exterior con tarjetas de crédito y débito, las compras de bienes suntuarios y la contratación de actividades recreativas.
Mediante la cotización del llamado “dólar Qatar” el Banco Central busca acotar la venta de divisas que supone el traslado de argentinos a ese país para presenciar el Mundial de fútbol que se celebrará desde noviembre y el de los paquetes turísticos contratados en el extranjero de cara al verano austral.
Su implementación supone un recargo adicional de 25% a los consumos en pasajes y servicios turísticos en moneda extrajera superiores a los 300 dólares, elevando el valor de la divisa a unos 315 pesos la unidad a la hora de cancelar la tarjeta. Esa percepción extra del 25% es en de concepto de adelanto del impuesto a los Bienes Personales.
Este nuevo tipo de cambio - que se oficializó el jueves con la publicación de una resolución del Fisco en el Boletín Oficial- se convirtió en el más caro del mercado, donde además el dólar oficial que cotiza a 157,25 pesos la unidad también lo hacen más de una docena de distintos dólares.
Según el gobierno, con su aplicación se verán afectados unos 200.000 contribuyentes, lo que supone un 7% del total de personas que hicieron gastos turísticos de esa cuantía en agosto de 2022.
Además, el Ejecutivo resolvió que los servicios de recreaciones y actividades artísticas contratados en el exterior, como recitales y actividades deportivas, también deberán abonar un dólar de mayor valor, a unos 205 pesos la unidad, mientras que para las compras de bienes de lujo en el exterior, como automóviles y motos de alta gama, la divisa pasaría a valer unos 300 pesos.
La puesta en funcionamiento de los nuevos tipos de cambios fue cuestionada por la oposición. El expresidente Mauricio Macri (2015-2019) dijo que supone aplicar más impuestos y regulaciones con los que se “patea la pelota para adelante" sin resolver los problemas de la economía.
Según el gobierno, el objetivo es favorecer la importación de bienes intermedios para la producción y encarecer el acceso a las actividades no esenciales de un segmento reducido de la población.
El administrador federal de Ingresos Públicos, Carlos Castagneto, indicó que su finalidad es “cuidar las reservas" mientras que la portavoz gubernamental, Gabriela Cerruti, apuntó que el Ejecutivo procura que las divisas "se usen para la producción, para la generación de empleo”.
Argentina debe incrementar sus reservas, según el acuerdo firmado en marzo con el Fondo Monetario Internacional para refinanciar una deuda de unos 44.000 millones de dólares contraída en 2018, durante el gobierno de Macri.
Recientemente, tras revisar dicho acuerdo, el organismo señaló que “si bien ciertas medidas cambiarias podrían respaldar temporalmente la balanza de pagos, no remplazarían a una política macroeconómica sólida” y las “múltiples prácticas de tipos de cambio deben eliminarse gradualmente” a medida que la cobertura de reservas se fortalezca.