ENGLEWOOD, Colorado EEUU (AP) — Russell Wilson lanzó pases en la práctica del martes sin restricciones ni molestias aparentes, tan sólo cuatro días después de recibir una inyección de plasma rica en plaquetas en Los Ángeles para tratar un tirón cerca del hombro derecho.
Wilson se lesionó el dorsal derecho, el músculo grande y plano de la espalda que se extiende hacia los costados y detrás de los brazos, cerca del hombro derecho, con el que lanza, el 2 de octubre, en la derrota 32-23 frente a los Raiders.
Jugó con la molestia cuatro días después en la derrota por 12-9 en tiempo extra ante los Colts, y después voló a Los Ángeles para recibir la inyección, deseando que le ayudara a aliviar el malestar.
Wilson mencionó brevemente haber sufrido molestias en el hombro, en sus comentarios posteriores al partido, pero no atribuyó a la lesión su pobre desempeño en el que solamente completó 21 de 39 pases, con dos intercepciones en envíos largos.
Además, no vio a KJ Hamler, completamente desmarcado, en la última jugada del tiempo extra.
“Ahora que ustedes saben que ha estado lidiando con una lesión, lo bueno de Russell es que no es algo que hizo saber a todos”, dijo el guard izquierdo Dalton Risner. “No es algo de lo que se estuvo quejando durante la semana. El quería… ayudarnos a conseguir una victoria”.
La lesión de Wilson es más común en jugadores de béisbol y generalmente es tratada con hielo y con descanso.
Dak Prescott, quarterback de Cowboys de Dallas, sufrió una dolencia similar que lo marginó gran parte del campamento de entrenamiento el año pasado, cuando no lanzó durante un mes para que sanara por completo.
Los Broncos (2-3) no anticipan que Wilson vaya a perderse algún partido.
“Russell es un ser humano muy duro”, dijo el coach Nathaniel Hackett el martes. “No se va a perder de nada. Quiere estar ahí afuera compitiendo por su equipo. Así que solo nos vamos a asegurar en cuidarlo, hacer lo correcto para tenerlo lo más cercano al 100% que se pueda”.
Los Broncos visitan a los Chargers (3-2) el lunes por la noche.
Será el cuarto partido de los Broncos en horario estelar en la temporada y esa exposición a nivel nacional en televisión ha generado críticas en la relación Hackett-Wilson que apenas ha producido una ofensiva que solamente promedia 14,6 puntos por partido.