LISBOA (AP) — Un jerarca de la Iglesia católica en Portugal que ha sido nombrado en investigaciones sobre el encubrimiento de abusos sexuales a menores por parte de sacerdotes, dijo el miércoles que su conciencia está limpia.
El jefe de la Conferencia Episcopal Portuguesa, el obispo José Ornelas, negó cualquier conducta o acción impropia en los casos que van de 2011 a 2014. Ornelas preside además el famoso Santuario de Fátima.
“No estoy preocupado”, dijo Ornelas acerca de las investigaciones. Pero admitió sobre lo sucedido hace años que “esos tipos de casos se manejan diferente ahora”. No explicó más.
Las autoridades revelaron recientemente que Ornelas la fiscalía general de Portugal lo investiga por sospechas de encubrir las acciones de sacerdotes abusadores en Mozambique, una excolonia portuguesa. Enfrenta además acusaciones similares en relación con los abusos de un sacerdote en el norte de Portugal años más tarde.
“No hubo encubrimiento” en esos casos, aseguró Ornelas en una conferencia de prensa televisada en Fátima, 130 kilómetros (80 millas) al norte de Lisboa. Dijo que en ese momento tomó “las medidas apropiadas”.
Añadió que no deseaba comentar más sobre los casos porque “es hora de que la justicia tome su curso”.
Los escándalos sobre acusaciones de abusos sexuales por el clero portugués han circulado durante meses.
Un comité laico que investiga los casos dijo el martes que el problema en el pasado había sido “extenso” y que en algunos casos alcanzó proporciones “realmente endémicas”.
El panel ha compilado una lista de 424 presuntas víctimas. Antes de que el comité iniciara sus trabajos en enero, jerarcas eclesiásticos dijeron que solamente habían ocurrido un puñado de casos.
Por su parte, el presidente de Portugal generó críticas el miércoles por comentarios en los que pareció estar importancia a las revelaciones de abusos.
El obispo Ornelas admitió que las víctimas halladas por el comité hasta ahora representaban “un gran numero”. Pidió a otras víctimas presentarse y declarar ante el panel que fue creado por la Conferencia Episcopal.
“Esto nos avergüenza a todos”, dijo Ornelas de los abusos, y reconoció que la Iglesia “no es perfecta… y pienso que nunca lo será”.
El panel laico tiene como objetivo proveer una voz y dignidad a las víctimas “y asegurarse de que algo que nunca debió ocurrir no ocurrirá de nuevo”, dijo.