Fuertemente sacudido por el nuevo 'caso Mbappé', el PSG no logró este martes despejar los nubarrones sobre el terreno de juego al conceder un empate en casa ante el Benfica (1-1), lo que retrasa su clasificación a octavos de final a pesar de un penal transformado por el campeón del mundo francés.
Unas horas antes del pitido inicial, el anuncio por varios medios de un posible amago del prodigio de Bondy de salir del club parisino causó un terremoto en la capital francesa. En un contexto convertido de repente en pesado, no resultaba fácil para el equipo abstraerse del eco mediático para centrarse en derrotar a su rival más fuerte del grupo H.
Es cierto que el consejero de fútbol del PSG Luis Campos trató de apagar el fuego justo antes del partido desmintiendo cualquier deseo de Mbappé de abandonar el club, apenas cinco meses después de su renovación contractual hasta 2025. Pero la situación seguía siendo inflamable.
El PSG, que se encontró con una fuerte presión de un equipo portugués bien organizado, abrió el marcador por medio de un penal sobre el español Juan Bernat y transformado por el propio Kylian Mbappé (39), antes de la igualada del conjunto lisboeta, también con un lanzamiento desde los once metros de Joao Mario (62).
Finalmente el PSG, que no pudo contar con el argentino Leo Messi, aquejado de molestias en el gemelo, no perdió el control ni el partido, pero sale frustrado de esta doble cita con el conjunto luso y deberá esperar para sellar su pase a octavos.
Como dato para la posteridad, Mbappé, con su 31º gol en Champions League, se convirtió en el máximo goleador del PSG en la competición, por delante del uruguayo Edinson Cavani.
Ambos equipos lideran el grupo H con 8 puntos cada uno.
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