BENGASI, Libia (AP) — Al menos 15 cadáveres fueron recuperados tras el naufragio de una embarcación con migrantes frente a la costa occidental de Libia, dijo un portavoz de la Media Luna Roja del país el viernes.
Tawfiek Al Shukri indicó que las autoridades locales le habían informado al grupo de ayuda humanitaria acerca de cuerpos que estaban en la costa. Dijo que fueron recuperados y transportados a un hospital, donde serán examinados para determinar la causa de muerte.
Grupos de migrantes suelen atravesar el Mediterráneo desde Libia en un intento desesperado por llegar a costas europeas.
En un video publicado en línea, se ve el casco quemado de la embarcación naufragada incrustado en rocas de la costa, con cadáveres esparcidos sobre él y en los alrededores. La causa de las muertes no estaba clara de momento, ni tampoco se sabía cuándo comenzó el incendio.
El incidente ocurrió frente a la ciudad de Sabratha, en el occidente de Libia, un importante punto de salida para migrantes mayormente africanos que hacen la peligrosa travesía por el Mediterráneo.
Durante los últimos años, los traficantes de personas se han beneficiado del caos que impera en Libia y han contrabandeado a los migrantes a través de las extensas fronteras del país con otras seis naciones. Luego suelen embarcarlos en botes de goma mal equipados y emprenden arriesgadas travesías marítimas.
Hubo reportes de que en el barco había ocurrido un tiroteo masivo. Una organización no gubernamental libia, que se enfoca en los problemas de los migrantes y se hace llamar Organización Internacional de Cooperación y Ayuda de Emergencia, dijo en un comunicado que los 15 muertos habían sido asesinados por contrabandistas de personas, quienes les dispararon y luego le prendieron fuego a la embarcación.
La Organización Internacional para las Migraciones dijo en junio que al menos 150 migrantes que salían de Libia habían muerto en los primeros seis meses de 2022. Otros 565 estaban desaparecidos.
Libia se ha convertido en el principal punto de tránsito para los migrantes que huyen de la guerra y la pobreza en África y Oriente Medio en un contexto de conflictos internos. Desgarrado por la guerra civil desde 2011, el país rico en petróleo está dividido entre gobiernos rivales, cada uno de ellos respaldado por patrocinadores internacionales y varias milicias armadas sobre el terreno.
Muchos de los que han sido interceptados y devueltos a Libia —entre ellos mujeres y niños— se encuentran recluidos en centros de detención gestionados por el gobierno, donde son objeto de abusos, incluyendo torturas, violaciones y extorsiones, de acuerdo con grupos defensores de los derechos humanos.