MOGADISCIO, Somalia (AP) — Combatientes extremistas islámicos atacaron el lunes la sede del gobierno local en la capital de la región de Hiiraan en Somalia, dejando 20 muertos y 36 heridos en una ciudad que ha sido el centro de una movilización reciente contra los rebeldes, de acuerdo con funcionarios y testigos.
El grupo extremista Al-Shabab se atribuyó la responsabilidad del ataque en Beledweyne, a unos 300 kilómetros (186 millas) al norte de la capital de Somalia, Mogadiscio.
El gobierno de Somalia anunció el lunes temprano que él y sus socios internacionales habían abatido durante el fin de semana a Abdullahi Nadir, un líder de ato rango de al-Shabab. El ejército estadounidense detalló que realizó un ataque aéreo el sábado en el suroeste de Somalia, pero no mencionó por su nombre al líder de al-Shabab asesinado.
El gobernador de Hiiraan, Ali Jayte Osman, que sobrevivió al atentado, dijo a The Associated Press por teléfono que el ministro de salud del estado de Hirshabelle y el vicegobernador de Hiiraan a cargo de las finanzas estaban entre los que murieron en el ataque del lunes.
“La primera explosión ocurrió en el portón de entrada, y después de unos minutos un camión grande arremetió contra el edificio de la sede y explotó, matando a muchos civiles que acudían a la oficina para recibir los servicios”, dijo el gobernador. “Este ataque fue perpetrado por cobardes, pero sus actos brutales nunca distraerán la atención del levantamiento público contra ellos”.
Agregó que el atentado dañó gravemente la sede de la administración.
El testigo Elmi Hassan dijo a la AP que un camión cargado con materiales explosivos embistió la sede del gobierno alrededor de las 10:00 de la mañana.
“He visto con mis propios ojos varios cadáveres que fueron descubiertos entre los restos del ataque y carne humana esparcida por el suelo”, señaló.
El comisionado de policía de Beledweyne, Bishar Hussein Jimale, informó que el ataque ocurrió en el campamento militar Lama-Galaay que también sirve como sede del gobierno.
“Lo que sucedió aquí hoy es un desastre que mató a muchas personas inocentes, incluyendo funcionarios gubernamentales, civiles y personal de seguridad”, indicó.
Pese al ataque, algunos residentes se mantuvieron desafiantes al tiempo que continúan los esfuerzos en la región para recuperar las comunidades del control de al-Shabab.
“No nos dejaremos intimidar por esto y no nos alejaremos de nuestra batalla contra los terroristas. Lucharemos hasta el final, hasta que los derrotemos”, sostuvo el residente Hassan Ali.