HOBART, Australia (AP) — Expertos en fauna salvaje rescataron el jueves a 32 de los 234 calderones que aparecieron varados el día anterior en la remota costa occidental de la isla australiana de Tasmania.
El miércoles se estimó que la mitad de los calderones, o ballenas piloto, descubiertos en Macquarie Harbour seguían con vida en un principio, según dijo el Departamento de Recursos Naturales y Medio Ambiente de Tasmania.
Pero apenas 35 sobrevivieron a una noche de fuerte oleaje, indicó Brendon Clark, director del Servicio de Parques y Vida Silvestre de Tasmania.
“De los 35 que seguían con vida esta mañana, hemos logrado reflotar, rescatar y liberar (...) a 32 de estos animales, y eso es un resultado estupendo”, dijo Clark a la prensa el jueves por la tarde en la cercana localidad de Strahan.
“Aún tenemos tres vivos en el extremo norte de Ocean Beach, pero debido a las restricciones de acceso, principalmente por las mareas, hoy no hemos podido acceder a esos tres animales con seguridad. Pero serán nuestra prioridad por la mañana”, añadió Clark.
Las ballenas aparecieron justo dos años después del mayor incidente de esta clase en la historia de Australia, ocurrido en esa misma zona.
Unas 470 ballenas piloto de aleta larga, o calderones comunes, aparecieron atascadas en bancos de arena al oeste de la costa de Tasmania. Tras una semana de esfuerzos, 111 de esas ballenas fueron rescatadas, pero las demás murieron.
La entrada a ese puerto es un canal conocido por ser peligroso y poco profundo, conocido como Hell’s Gate.
El biólogo del Programa de Conservación Marina Kris Carlyon dijo que se harían pruebas a los cetáceos muertos para buscar toxinas que pudieran explicar el desastre.
“Estos sucesos masivos son habitualmente el resultado de un acercamiento accidental a la costa, y eso se debe a toda una serie de motivos”, dijo Carlyon.
El lunes se encontraron 14 ballenas en la Isla King, que forma parte del estado de Tasmania, en el Estrecho de Bass entre el territorio continental australiano y la costa norteña de Tasmania.
El científico marino de la Universidad de Griffith Olaf Meynecke señaló que es inusual que los cachalotes queden varados. El aumento de las temperaturas podría estar cambiando las corrientes oceánicas y desplazado las fuentes tradicionales de alimento de las ballenas, añadió.