La Iglesia de la Unificación en Japón, también conocida como "secta Moon", se comprometió el jueves a impedir que sus fieles hagan donaciones "excesivas" después de fuertes críticas contra estas prácticas en relación con el asesinato del exprimer ministro Shinzo Abe.
Este último, que había abandonado el poder en 2020, fue muerto a tiros el 8 de julio durante un mitin electoral en Nara (oeste de Japón).
El presunto asesino, Tetsuya Yamagami, estaba resentido con la Iglesia de la Unificación porque su madre habría hecho importantes donaciones a este grupo religioso hasta el punto de llevar a su familia a la ruina.
Yamagami también pensaba que Abe era cercano a la secta.
La Iglesia de la Unificación negó cualquier delito y repudió el asesinato de Abe, pero uno de sus líderes, Hideyuki Teshigawara, aseguró el jueves que la Iglesia ahora va "tener en cuenta la situación financiera de los fieles y velar por que las donaciones no sean excesivas".
La Iglesia "respetará la independencia y el libre albedrío de los fieles" en materia de donaciones, declaró a la prensa Teshigawara, que dirige una comisión encargada de la reforma de la organización.
Afirma haber tomado medidas para regular las donaciones desde 2009, pero ahora las reforzará.
Este anuncio se produjo después de una ola de acusaciones contra las prácticas de la Iglesia de la Unificación, en particular por parte de antiguos miembros que afirman haber sido empujados a hacer importantes donaciones bajo el pretexto de "ventas espirituales".
La madre del hombre acusado de matar a Abe donó unos 100 millones de yenes (aproximadamente 1 millón de dólares) a la iglesia, según un tío del sospechoso.
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