Detenido por ataque a CFK planeaba atentar contra hijo

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BUENOS AIRES (AP) — Mensajes registrados en el teléfono móvil de uno de los detenidos por el intento de asesinato de la vicepresidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner indicarían que participó activamente en su planificación y que tenía pensado atentar contra su hijo, el diputado Máximo Kirchner.

“Estamos pensando en matar al jefe de La Cámpora esta vez... Vamos a tener una reunión grupal”, fue el mensaje referido a Máximo Kirchner (líder de esa agrupación política) detectado en el teléfono móvil que Gabriel Carrizo envió a una persona agendada como “Jony White” dos horas después del fallido ataque a la vicepresidenta del 1 de septiembre, dijo el martes a The Associated Press un funcionario conocedor de la causa judicial que pidió reserva de identidad porque la investigación se maneja con mucho secreto.

Carrizo está detenido acusado de haber participado en el planeamiento del asesinato de la también expresidenta (2007-2015). Además están imputados y arrestados como coautores de la tentativa de homicidio el brasileño Fernando Sabag Montiel y su novia, Brenda Uliarte, mientras que Agustina Díaz, la otra detenida, habría estado al tanto del hecho.

El ataque contra Fernández de Kirchner, de 69 años, tuvo un gran impacto en Argentina, donde desde hace más de dos décadas la dirigente peronista es una figura central de la política tras haber ejercido como legisladora, presidenta durante dos mandatos consecutivos y ahora como vicepresidenta.

Su hijo mayor, de 45 años, es diputado del oficialista Frente de Todos y lidera una agrupación de activos militantes del kirchnerismo en apoyo a las gestiones del presidente Néstor Kirchner (2003-2007) y su esposa y sucesora. Por el momento no se ha referido a los mensajes intimidantes que fueron revelados.

La identidad de “Jony White” no ha trascendido pero se sabe que es una persona muy allegada a Carrizo, dijo el funcionario conocedor de los contenidos de los celulares secuestrados.

Carrizo también habría manifestado su presunta intención de agredir al presidente Alberto Fernández, según mensajes en su celular que trascendieron días atrás y a los que accedió AP. ”¡Seguro el próximo sos vos, Alberto! ¡Tené cuidado!”, decían.

Por otro lado, en otro diálogo con una familiar identificada como Andrea en la misma noche del ataque a la vicepresidenta, el detenido manifestó su malestar porque éste se había frustrado.

“Mi amigo estuvo a un segundo de convertirse en héroe nacional, Andrea. Estuvo muy cerca. Falló el arma. No lo entiendo. Andaba bien”, dijo Carrizo. Horas más tarde le mandó otro mensaje diciendo que le había suministrado al agresor una pistola de un calibre diferente al que finalmente utilizó. "No sé si es una buena noticia pero el arma con la que intentó ponerla no es la mía, yo le di un 22 corto", sostuvo.

Sabag Montiel empleó una pistola Bersa calibre 32 en el fallido ataque ocurrido en las inmediaciones de la vivienda de Fernández de Kirchner en Buenos Aires, donde decenas de simpatizantes se venían congregando desde hacía días para manifestarle su apoyo luego de que un fiscal federal pidió a un tribunal que la condene a 12 años de cárcel por presunta corrupción.

Carrizo sostiene en su defensa que él es simplemente dueño de la máquina de hacer copos de azúcar que Sabag Montiel y Uliarte vendían en las calles y no tiene nada que ver con el ataque a la vicepresidenta.

Los sospechosos mantienen posturas muy críticas con la dirigente de centroizquierda que han manifestado en las redes sociales. Uliarte ha participado en marchas en contra del gobierno organizadas por grupos de ultraderecha.

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