El intérprete de señas de Bolsonaro, un candidato "sin nombre" a diputado

Casi nadie conoce su nombre y todavía menos su voz, pero aún así el intérprete de señas Fabiano Guimarães se tornó en un rostro familiar para millones de brasileños y ahora quiere explotar su popularidad para convertirse en diputado en octubre.

Durante casi tres años, Guimarães, de 42 años, apareció una y otra vez en ceremonias y viajes junto al presidente ultraderechista Jair Bolsonaro, interpretando sus palabras para la audiencia sorda.

Fue un "servicio democrático: llevé el debate político a la comunidad sorda", asegura a la AFP el intérprete en el salón de su casa en Aguas Claras, ciudad a media hora del palacio presidencial de Planalto, en Brasilia.

El 1 de enero de 2019, Bolsonaro rompió el protocolo durante su ceremonia de asunción y cedió el protagonismo a la primera dama, Michelle, quien pronunció un mensaje en el lenguaje de señas, que domina y promueve.

Desde entonces, el ejecutivo adoptó esa marca en todos los discursos y Bolsonaro siempre ubicó a un intérprete para sordos a su lado, inclusive durante sus informales transmisiones en redes sociales.

Guimarães ganó popularidad tras convertirse a mediados de 2019 en uno de los intérpretes titulares. Algunas de sus gesticulaciones interpretando los discursos de Bolsonaro, quien suele usar un lenguaje informal y a veces con palabras insultantes, generaron risas en las redes.

-"¿Tú hablas?" -

Pero ser intérprete del mandatario ha sido principalmente un "desafío técnico" por la relevancia del cargo y la temática política, asegura.

El de Bolsonaro es "un lenguaje informal, pero lleno de contenido (...) lleva al pueblo más simple a las discusiones políticas", defiende Guimarães, un bolsonarista convencido en cuyo salón destaca una taza con la imagen del mandatario y una medalla militar con la que fue condecorado, junto a un letrero de madera que reza "Jesús".

Su sintonía con el presidente salta a la vista incluso públicamente.

Durante una transmisión por redes en mayo, Bolsonaro enmudeció por segundos, esforzándose por recordar el nombre de su ministro de Agricultura. Sentado a su lado y con una mano tapándose la boca para ser discreto, Guimarães le susurró el nombre.

"¿Tú hablás también?", reaccionó Bolsonaro, riendo. "Hablo", contestó Guimaraes y soltó una carcajada.

"Estar al lado del presidente me dio proyección (...) soy una persona común, estoy donde estoy porque Dios hizo lo improbable", dice este hombre de piel morena, baja estatura y entradas prominentes, denominado por algunos en las redes el "mudinho" (mudito) de Bolsonaro, en tono peyorativo.

- 10 millones de sordos -

Profesor formado en letras en portugués y español, este hijo de una familia humilde comenzó a empaparse del lenguaje de señas a los 18 años en el templo evangélico que frecuentaba en Belford Roxo, suburbio al norte de Rio de Janeiro.

Un pastor le pagó un curso para aprender las señas, y cuando lo completó usó el conocimiento dentro de la iglesia para expandir el alcance del evangelio.

En 2019 se presentó a un concurso de intérprete para el ministerio de Educación, pero fue destinado a la Presidencia, donde generó un vínculo con la primera dama, una de las personas que más le animó este año a lanzarse en campaña.

"Que el intérprete esté junto al presidente en los actos, teniendo dos lenguas en el mismo nivel de importancia, visibilizó a la comunidad sorda de Brasil", dice Guimarães.

Se estima que hay cerca de 10 millones de sordos de una población de 213 millones en Brasil y unos 90.000 viven en el Distrito Federal, donde Guimarães se postula a diputado, con un programa de inclusión y de defensa de la familia "tradicional".

El presidente defiende "los pilares de Dios, patria, familia y libertad. Y las banderas de la primera dama, de la sensibilidad e inclusión, son las mías. Quiero hacer esa conexión entre ambas agendas", asegura.

- "Fantástico" -

A dos semanas de los comicios, no le preocupa que la mayoría de los votantes no conozcan su nombre.

El 2 de octubre será uno más entre las decenas de candidatos identificados con la palabra "Bolsonaro", práctica permitida por la corte electoral para que los aspirantes usen los apodos por los cuales son más conocidos. Su leyenda será "Fabiano, Intérprete de Bolsonaro".

"Ser llamado el 'intérprete de Bolsonaro' es fantástico para mí (..) Muchas veces las personas no saben mi nombre. '¿Quién es Fabiano?'", se preguntan.

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