TEHERÁN (AP) — La policía iraní dispersó el sábado con gas lacrimógeno una manifestación en el oeste del país tras el funeral de una joven que murió esta semana en custodia de la policía en Teherán, informó la agencia noticiosa semioficial Fars.
La policía indicó que Mahsa Amini, de 22 años —detenida el martes después que la llamada “policía moral” de Irán consideró que había cometido una falta con su velo, o hiyab—había muerto de un ataque al corazón.
La policía también difundió imágenes de las cámaras de seguridad de la comisaría que muestran, afirmó, el momento en que Amini se desvanece. Un pariente dijo que la joven no tenía historial alguno de enfermedades cardiacas.
Según el despacho de Fars, tras el funeral de Amini en la ciudad de Saquez, a unos 460 kilómetros (280 millas) al oeste de la capital, Teherán, algunos manifestantes se congregaron y lanzaron consignas frente al edificio del gobernador. El despacho no abundó en detalles.
Después que la policía se presentara y lanzara el gas lacrimógeno, los manifestantes se dispersaron. De momento no hay información sobre lesionados.
Videos difundidos en las redes sociales mostraban a los manifestantes en Saqez lanzado consignas antigubernamentales, pero The Associated Press no pudo verificar su autenticidad ni confirmar el lugar donde se tomaron las imágenes.
La muerte de Amini causó indignación contra la policía moral por parte de celebridades y figuras prominentes en las redes sociales. El sistema judicial de Irán ha emprendido una investigación sobre la muerte de la mujer.
Usar velo es obligatorio para las mujeres en Irán desde la Revolución Islámica de 1979 en tanto que los miembros de la policía moral vigilan el cumplimiento del estricto código de vestimenta.
Esa fuerza policía ha sido criticada en los últimos años por su trato hacia la gente, en especial hacia las mujeres jóvenes, y los videos difundidos en las redes sociales han mostrado a los agentes cuando suben por la fuerza a vehículos policiales.
Desde 2017, después de que docenas de mujeres se quitaran públicamente sus velos en una ola de protestas, las autoridades han adoptado medidas más estrictas.
Sin embargo, el partido político reformista Etemad Melli exhortó al parlamento de Irán a que cancele la ley sobre el uso obligatorio del hiyab y exigió que el presidente Ebrahim Raisi desaparezca a la policía moral.
El hospital Kasra en Teherán, adonde la policía llevó a Amini después de que se desvaneciera y cayera en coma, dijo que la recibieron sin signos vitales.
El cineasta iraní ganador de un Oscar, Asghar Farhadi, que rara vez reacciona públicamente ante acontecimientos en Irán, manifestó su pesar y describió la muerte de Amini bajo custodia policial como un “crimen”.
Los radicales iraníes han exigido sanciones más severas e incluso azotes para las mujeres que desobedezcan la ley sobre el hiyab, con el argumento de que permitirles mostrar su pelo conduce a la decadencia moral y a la desintegración familiar.
El poder judicial ha pedido en los últimos años a la gente que denuncie a las mujeres que no utilicen el hiyab.