El uso de marihuana medicinal entre los veteranos canadienses, con escasa supervisión y evidencia de sus beneficios para la salud, se disparó en la última década, así como los costos de prescripción asumidos por el gobierno, de acuerdo con una auditoría publicada esta semana.
La cantidad de exsoldados que solicitan un reembolso del gobierno por las compras de cannabis medicinal aumentó desde unas 100 en 2014, cuando Health Canada introdujo nuevas reglas, a más de 18.000 en la actualidad, según datos del gobierno.
La auditoría encontró que se gastaron en marihuana un total de 156 millones de dólares canadienses (USD 118 millones) en el último año, más que en todos los demás medicamentos recetados combinados, y se prevé que esto se duplique a 321,5 millones de dólares canadienses (USD 243 millones) para 2026.
"Cada vez más veteranos buscan reembolsos por CMP (cannabis con fines médicos), ya sea porque los tratamientos convencionales no logran aliviar su dolor o porque causan efectos secundarios negativos", dijo el informe.
El 80% usó tres gramos de marihuana o menos por día.
El informe reveló que a 45 veteranos se les había recetado cannabis medicinal a pesar de haber sido diagnosticados con un trastorno por abuso de sustancias. Y 195 exsoldados que compraron marihuana también recibieron reembolsos por antidepresivos, antipsicóticos, benzodiacepinas u opioides.
En un tercio de los casos no había pruebas de que un médico hubiera recetado cannabis al veterano, y en muchos otros hubo poco o ningún seguimiento médico.
Los auditores concluyeron que el departamento de Asuntos de Veteranos debe mejorar la supervisión del programa y "comprometerse con los expertos en salud para desarrollar una política más sólida y un marco de monitoreo que apoye las necesidades de salud de los veteranos y sus familias".
En Canadá el uso recreativo del cannabis es legal desde 2018 y el uso médico está autorizado desde 2001.
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