Teherán, 15 sep. El Gobierno de Irán calificó este jueves de "ridículas e ilegales" las sanciones que Estados Unidos impuso ayer contra diez iraníes y dos organizaciones a las que acusa de cometer ciberataques contra sus organismos y aliados.
El portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Naser Kananí, afirmó que las acusaciones estadounidenses son “falsas” e indicó que forman parte de la campaña de “iranofobia” que lleva a cabo Estados Unidos contra el país persa.
“La insistencia de Washington de recurrir a medidas ridículas e ilegales contra gobiernos y naciones independientes muestra la incapacidad de los políticos americanos de comprender adecuadamente la realidad global", dijo en un comunicado Kananí.
“Las campañas de propaganda e información falsa contra la República Islámica de Irán es parte de la fallida política del Gobierno estadounidense”, añadió.
El Gobierno de Estados Unidos sancionó ayer a diez iraníes y dos organizaciones, a los que vincula con la Guardia Revolucionaria de Irán y acusa de haber llevado a cabo ciberataques, algunos de ellos con "ransomware", es decir, mediante el secuestro de datos.
Los sancionados habrían lanzado campañas contra instituciones y responsables gubernamentales en distintas partes del mundo, como objetivos de defensa de EE.UU. y Oriente Medio, diplomáticos y funcionarios gubernamentales; así como empresas privadas del sector de los medios de comunicación, la energía, servicios financieros y las telecomunicaciones.
En ese sentido, el Departamento de Justicia publicó ayer una acusación contra tres de los sancionados, Mansur Ahmadi, Ahmad Khatibi y Amir Nikayin, por supuestamente haber pirateado la red informática de un ayuntamiento en el condado de Union, en Nueva Jersey, además de atacar a una empresa de contabilidad en ese estado en 2022 y haber llevado acciones similares en otras partes de EE.UU.
La semana pasada Albania acusó a Irán del ataque que en julio paralizó los servicios digitales y las páginas oficiales del Gobierno albanés en la red.
Como respuesta, Tirana rompió las relaciones diplomáticas con Irán, al tiempo que Washington impuso sanciones al Ministerio de Inteligencia y Seguridad de Irán y a su titular, Esmail Khatib.
Irán negó la autoría del ataque. EFE
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