Por Ben Blanchard, John O'Donnell y Alexandra Alper
TAIPÉI/FRÁNCFORT/WASHINGTON, 13 sep (Reuters) - Estados Unidos está estudiando opciones para un paquete de sanciones contra China que la disuada de invadir Taiwán, y la Unión Europea está recibiendo presiones diplomáticas de Taipéi para que hacer lo mismo, según fuentes conocedoras de las conversaciones.
Las fuentes dijeron que tanto las deliberaciones en Washington como las presiones de Taipéi a los enviados de la UE se encuentran en una fase inicial, en respuesta al temor a una invasión china que se ha exacerbado por la tensión militar en el estrecho de Taiwán.
En ambos casos, la idea es llevar las sanciones más allá de las medidas ya adoptadas en Occidente para restringir parte del comercio y la inversión de China en tecnologías como los chips y los equipos de telecomunicaciones.
Las fuentes no dieron detalles de lo que se está considerando, pero la idea de imponer sanciones a la segunda economía del mundo y uno de los mayores eslabones de la cadena de suministro mundial plantea cuestiones de viabilidad.
"La posible imposición de sanciones a China es un ejercicio mucho más complejo que el de las sanciones a Rusia, dada la amplia relación de Estados Unidos y sus aliados con la economía china", dijo Nazak Nikakhtar, exfuncionario de alto nivel del Departamento de Comercio de Estados Unidos.
China reclama Taiwán como territorio propio y el mes pasado disparó misiles sobre la isla y navegó con buques de guerra en la frontera marítima no oficial, después de que la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, visitó Taipéi, en lo que Pekín consideró una provocación.
El presidente chino, Xi Jinping, ha prometido reunificar Taiwán, gobernado democráticamente, con el continente y no ha descartado el uso de la fuerza. Está previsto que consiga un tercer mandato de cinco años en el Congreso del Partido Comunista del mes que viene.
En Washington, los responsables están considerando opciones para un posible paquete de sanciones contra China que disuada a Xi de intentar invadir Taiwán, dijeron un funcionario estadounidense y uno de un país en estrecha coordinación con Washington.
Las conversaciones de Estados Unidos sobre las sanciones comenzaron después de que Rusia invadió Ucrania en febrero, pero adquirieron una nueva urgencia tras la reacción china a la visita de Pelosi, dijeron las dos fuentes.
Estados Unidos, respaldado por los aliados de la OTAN, adoptó un enfoque similar con Rusia en enero con una amenaza de sanciones no especificadas, pero esto no logró disuadir al presidente ruso Vladimir Putin de invadir Ucrania.
La Casa Blanca se centra en poner a los países en la misma página, incluyendo la coordinación entre Europa y Asia, y evitar provocar a Pekín, dijo el funcionario no estadounidense.
La Casa Blanca no quiso hacer comentarios.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Taiwán dijo que había discutido los recientes juegos de guerra de China y los "grandes retos" que plantea con Estados Unidos, Europa y otros socios afines, pero no reveló detalles.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de China no respondió a una solicitud de comentarios.
Taiwán ya había abordado las sanciones con funcionarios europeos después de la invasión rusa de Ucrania, pero los recientes ejercicios militares de China han hecho que la posición se endurezca, dijeron a Reuters seis fuentes informadas sobre las discusiones entre Taipéi y Europa.
Taiwán no ha pedido nada en concreto, sólo que Europa planifique las medidas que podría tomar si China ataca, dijo una fuente informada de las discusiones, y ha pedido a Europa que advierta a China en privado que se enfrentaría a las consecuencias.
Los funcionarios de la UE han evitado hasta ahora imponer sanciones duras a China por cuestiones de derechos humanos, ya que el país desempeña un papel mucho más importante para la economía del bloque que Rusia, dijo otra persona familiarizada con el asunto.
(Reportde de Ben Blanchard y Yimou Lee en Taipéi, John O'Donnell en Fráncfort, y Alexandra Alper y Trevor Hunnicutt en Washington; reporte adicional de Michael Martina en Washington; Editado en español por Javier López de Lérida)