BUENOS AIRES (AP) — La vicepresidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner fue amenazada de muerte a través de una llamada telefónica realizada a la línea de emergencias del 911 mientras una tercera persona ha sido detenida en la causa sobre el fallido atentado que sufrió hace poco más de una semana.
El ministro de Seguridad Aníbal Fernández dijo el martes a periodistas que luego de la llamada intimidatoria realizada el lunes “se dio rápidamente intervención a la Policía (Federal)” y el hecho “se está investigando”. El llamado fue realizado por una persona a la que se intenta identificar desde la ciudad de La Plata, unos 70 kilómetros al sur de Buenos Aires.
El ministro indicó que habló con la vicepresidenta y también exmandataria (2007-2015) para informarle sobre esta amenaza y al ser consultado sobre si se reforzará su seguridad dijo que “eso lo deben analizar los especialistas y el jefe de la custodia de Cristina Kirchner”.
Fernández de Kirchner fue víctima el 1 de septiembre de un frustrado atentado en las inmediaciones de su vivienda en Buenos Aires cometido por el brasileño Fernando Sabag Montiel, de 35 años, quien fue detenido de inmediato. Su novia, la argentina Brenda Uliarte, de 23 y quien estaba en la misma zona en el momento de los hechos, fue arrestada tres días después. Ambos están acusados de haber intentado asesinar a la dirigente peronista.
Otra argentina, identificada como Agustina Díaz, fue arrestada en las últimas horas, dijo a The Associated Press un funcionario conocedor de la causa judicial que no se quiso identificar porque pesa el secreto de sumario sobre la investigación.
La otra novedad en la causa este martes fue el pedido de la vicepresidenta de presentarse como querellante en la investigación por el intento de magnicidio en su contra, lo cual le permitirá tener acceso al expediente.
“Dejo asentado que ejerceré los derechos que me corresponden como acusadora privada respecto de toda otra persona cuya responsabilidad surja de la investigación”, manifestó Fernández de Kirchner en el escrito presentado por sus abogados ante el juzgado. Añadió que “cuando lo considere oportuno” también impulsará acciones civiles contra los responsables.
El frustrado ataque a Fernández de Kirchner, de 69 años, ha generado gran conmoción. Desde hace más de dos décadas la dirigente peronista es una figura central de la política argentina, donde ha ejercido como legisladora, presidenta durante dos mandatos consecutivos y ahora vicepresidenta.
Sabag Montiel fue detenido tras gatillar dos veces con su pistola Bersa a pocos centímetros de la cabeza de la vicepresidenta. El arma tenía cinco balas pero no llevaba ninguna en la recámara, por lo que la bala no salió, según la policía.
El agresor reside en Argentina desde la década de 1990 e imágenes obtenidas de sus cuentas en redes sociales -ahora inactivas- lo han mostrado posando con sus manos y brazos llenos de tatuajes asociados con simbología nazi.
En tanto, “con lo que se va conociendo hasta el momento, cobra relevancia el papel y el rol de Brenda (Uliarte)” en el frustrado ataque, dijo el funcionario conocedor de la investigación.
Explicó que Uliarte tenía agendada a Díaz en su teléfono móvil como “Amor de mi vida”. Ambas mantuvieron contacto antes y después del intento de atentado y la segunda habría ayudado a escapar a la primera de las inmediaciones de la vivienda de la vicepresidenta.
El funcionario indicó que los investigadores judiciales se concentran en la reconstrucción de los días previos al fallido atentado mediante la observación de imágenes y comunicaciones para establecer recorridos y posibles presencias reiteradas de terceros cerca del domicilio de la vicepresidenta.
Varios medios de prensa han reportado que en el teléfono celular de Uliarte se descubrieron mensajes que la relacionan con grupos de ultraderecha. AP no pudo confirmar esta información.
Una foto de Uliarte que fue borrada de sus redes sociales y publicada por la prensa la mostró participando de una marcha de varias decenas de personas realizada el 18 de agosto en contra del gobierno. “No podemos seguir dormidos”, escribió la mujer junto a la imagen en la que se la ve ante la casa de gobierno y afirmó que quienes gobiernan en Argentina "son comunistas disfrazados de seudo demócratas”
Los días previos al intento de atentado las inmediaciones del domicilio de la vicepresidenta estuvieron llenas de seguidores para respaldarla luego de que un fiscal pidió una condena para ella de 12 años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos por presuntos actos de corrupción cometidos durante su gobierno.
Fernández de Kirchner niega los cargos y señala que la justicia actúa bajo dictados de dirigentes opositores para apartarla de la vida política.