Llegado a Múnich para paliar la marcha al Barcelona del polaco Robert Lewandowski, máquina goleadora del Bayern durante ocho temporadas, el senegalés Sadio Mané deberá aprovechar su experiencia en las grandes citas, con un primer choque el martes (19h00 GMT) contra el club catalán en el Allianz Arena.
Los dirigentes y el equipo técnico del vigente campeón de Alemania mantienen intactas las expectativas en el senegalés de 30 años, a los pocos meses de su llegada a Múnich.
"Lo que espero de Sadio es que transmita toda su experiencia en Liga de Campeones a los demás jugadores del equipo, que les empuje hacia arriba, que se muestre peligroso delante de la portería, que marque y de asistencias", explicó el entrenador Julian Nagelsmann antes del desplazamiento al Giuseppe Meazza en la primera jornada, que se saldó con una satisfactoria victoria 2-0 contra el Inter.
Después de un inicio ideal, con un gol en su primer partido oficial durante la Supercopa de Alemania y con tres goles, doblete incluido, en las tres primeras jornadas de Bundesliga, el Bayern creía haber encontrado en Mané el sustituto de Lewandowski sobre el terreno para anotar goles.
- Adoptado por la afición -
Sin embargo, la maquinaria bávara se ha atascado un poco, y con ella la eficacia de Mané, vencedor con Senegal de la Copa África a principios de 2022.
Nagelsmann espera ver a Sadio Mané asumiendo el rol de líder que el jugador se esfuerza por lograr progresivamente desde su llegada a Baviera.
"Sadio necesita un empujón. Ha tenido situaciones en las que ha marcado pero han sido anuladas por fuera de juego. He hablado con él, necesita un poco más de confianza. No juega todavía a su mejor nivel pero estoy satisfecho con su trabajo hasta ahora", estimó Nagelsmann el lunes en rueda de prensa.
Su experiencia en partidos de alta intensidad en Liga de Campeones, competición en la que ha jugado la final hasta en tres ocasiones (2018, 2019 y 2022), habiendo ganado en 2019, debe permitir al Bayern pasar satisfactoriamente su primer gran prueba contra el Barcelona, martirizado hace un año en la fase de grupos en el Allianz Arena (3-0) y en el Camp Nou (3-0).
"Tiene la personalidad correcta para dirigir al grupo", añadió Nagelsmann.
Discreto con los medios de comunicación desde su traspaso, se ha esforzado sin embargo en ganarse a la afición muniquesa con gran éxito. También pasó casi una hora firmando autógrafos durante un entrenamiento abierto al público dos días antes del inicio de la temporada europea del Bayern hace una semana.
A inicios de agosto, disfrutó tomando un megáfono y acercándose a la grada visitante en Fráncfort después de la goleada por 6-1 en la primera jornada de Bundesliga, para intentar ocupar el gran vacío que dejó Lewandowski en el corazón de los aficionados bávaros.
En la punta del ataque muniqués en Milán el pasado miércoles, acabó perdido entre la defensa interista, pero la diversidad ofensiva del Bayern permitió a su equipo salir victorioso, gracias en esa ocasión a una gran actuación de su compañero Leroy Sané.
El sábado contra el Stuttgart, el senegalés arrancó el partido desde el banquillo y entró en los diez minutos finales, incapaz de impedir el tercer empate consecutivo en campeonato alemán, lo que supone el peor arranque del Bayern en Bundesliga en los últimos doce años.
Contra el Barça y en la competición reina del fútbol europeo, Mané tendrá una nueva ocasión para encontrar el fondo de la red y hacer olvidar al que será el delantero rival, Robert Lewandowski.
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