Adís Abeba, 12 sep. La Unión Africana (UA) celebró anoche las declaraciones de los rebeldes de Tigré, en guerra con el Gobierno central de Etiopía desde 2020, que el pasado domingo se declararon "preparados para participar en un proceso de paz" bajo los auspicios de la organización panafricana.
"Este acontecimiento positivo es una oportunidad única para el restablecimiento de la paz", indicó el presidente de la Comisión (secretariado) de la UA, Moussa Faki Mahamat, en un comunicado.
"(Mahamat) felicita especialmente al Gobierno regional de Tigré por su disposición a entablar conversaciones, en consonancia con un llamamiento similar realizado por el Gobierno federal de Etiopía", añadió el documento.
Asimismo, Mahamat instó a ambas partes a "trabajar con urgencia para conseguir un alto el fuego inmediato y participar en unas conversaciones directas, a través de un proceso dirigido por la UA que incluya a socios internacionales mutuamente acordados".
El pasado domingo, además de mostrar su disposición para participar en unas conversaciones de paz lideradas por la UA, los rebeldes de la región etíope norteña de Tigré también aseguraron que estaban "listos para cumplir un cese de las hostilidades mutuamente acordado".
"Estamos convencidos de que sólo a través de un diálogo pacífico podemos lograr una solución duradera a este trágico conflicto", subrayó el Frente Popular de Liberación de Tigré (FPLT), partido que gobernaba la región antes del conflicto armado.
Hasta la fecha, los rebeldes habían sido reacios a participar en un proceso auspiciado por la AU por su desconfianza hacia el alto representante de esa organización para el Cuerno de África, el expresidente nigeriano Olusegun Obasanjo, a quien consideran próximo al primer ministro de Etiopía, Abiy Ahmed.
El anuncio del FPLT llegó en un momento de intensificación de los esfuerzos diplomáticos de la comunidad internacional para impulsar un diálogo de paz, después de que el pasado 24 de agosto el Gobierno de Etiopía y los rebeldes tigrinos reanudaran las hostilidades y se culparan mutuamente de romper la tregua vigente.
La reanudación de las hostilidades marcó el fin de la "tregua humanitaria indefinida" declarada el pasado marzo por el Gobierno y el compromiso de los rebeldes a un "cese de las hostilidades".
También representó un mazazo para los intentos de iniciar conversaciones de paz entre el Ejecutivo que dirige Abiy y el FPLT.
La guerra empezó el 4 de noviembre de 2020, cuando Abiy ordenó una ofensiva contra el FPLT en respuesta a un ataque a una base militar federal y tras una escalada de tensiones políticas.
Miles de personas han muerto y unos dos millones han tenido que abandonar sus hogares debido a la violencia. EFE
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