Pedro Alonso
Nairobi, 12 sep. "No podemos permitirnos la desintegración de Somalia", advierte en un entrevista con Efe el alto representante de Política Exterior y Seguridad Común de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, en un momento en que "todos los ojos miran a Ucrania" pero que también exige que "pensemos en las crisis de los demás".
"No podemos permitir que Somalia, que es un equilibrio delicado de estados federados con componentes étnicos y conflictos tribales que tienen profundas raíces en la historia, se convierta en un Estado fallido", insiste a Efe en Nairobi Borrell, que este domingo cerró en ese país una gira africana que incluyó a Kenia y Mozambique.
Somalia, inmersa en un conflicto desde la caída en 1991 del dictador Mohamed Siad Barre, que dejó al país sin Gobierno eficaz y a merced de señores de la guerra y yihadistas, "debiera ser capaz de tomar en sus propias manos su seguridad", dice el exministro español.
"NO HAY PAZ SIN DESARROLLO"
Sin embargo, admite, "el Gobierno federal somalí no tiene el control de su territorio. Desgraciadamente, no se ha erradicado el terrorismo de Al Shabab", grupo afiliado desde 2012 a la red terrorista Al Qaeda que domina áreas rurales del centro y el sur somalí y que también ataca a naciones vecinas como Kenia y Etiopía.
Desde 2007, la UE ha financiado a la fuerza de la Unión Africana -que, junto al Ejército somalí, combate a los yihadistas- con unos 2.300 millones de euros, un esfuerzo que Bruselas está dispuesta a mantener, pero "no de una manera indefinida", matiza Borrell.
La Misión de Entrenamiento de la Unión Europea en Somalia (EUTM-Somalia), que instruye a militares somalíes, también "va a seguir si los Estados miembros la aprueban", asegura el alto representante, al avisar de que, si el yihadismo se expande por África, "acabará teniendo consecuencias en nuestras calles y ciudades".
Con todo, argumenta, la estrategia antiterrorista en Somalia y otros países del continente "no puede ser sólo militar", sino que debe "haber un enfoque integrado que combine la estabilidad y la seguridad con el desarrollo".
"No hay paz sin desarrollo. No hay desarrollo sin paz", remarca Borrell, cuya gira por África se ha desarrollado con el telón de fondo de la guerra de Rusia contra Ucrania y sus efectos en el continente.
"En un momento en que todos los ojos miran a Ucrania y los europeos parece que estemos embebidos en nuestras crisis, también es bueno que pensemos en las crisis de los demás y demostremos interés por ellas", apunta el diplomático, al incidir en que esa guerra ha desatado "una triple crisis: alimentaria, energética y financiera".
"En Europa -explica- sufrimos más la energética. En África sufren más la alimentaria. Y la financiera nos va a afectar a todos".
CRISIS ALIMENTARIA AGRAVADA POR LA GUERRA EN UCRANIA
Numerosos países de África, que dependen en buena medida de la importación de cereal de Rusia y Ucrania para satisfacer la demanda de su población, también padecen la escalada de precios de productos básicos y alimentos por el impacto mundial de la contienda.
"En el Cuerno de África -enfatiza- hay ochenta millones de personas en una gravísima situación alimentaria, en buena medida debido al retraso en la llegada del trigo ucraniano", cuya exportación desde Ucrania se desbloqueó este julio tras alcanzarse un acuerdo entre Moscú y Kiev con mediación de Turquía y la ONU.
"Hemos apoyado a Naciones Unidas todo lo que hemos podido para que se consiguiera este acuerdo con Rusia", asegura el también vicepresidente de la Comisión Europea, que en junio pasado prometió movilizar 600 millones de euros para que los países de África, el Caribe y el Pacífico (ACP) afronten la crisis de seguridad alimentaria, agravada por la invasión rusa de Ucrania.
"Habrá quien diga -puntualiza- que con 600 millones no es suficiente. Sin duda no lo es, pero a mucha gente le va a salvar la vida".
Además, el alto representante niega que las sanciones europeas a Rusia sirvan de acicate a la crisis alimentaria de zonas como África, como alega Moscú.
"Las exportaciones de productos alimenticios y de fertilizantes están excluidas de nuestras sanciones (...). En cambio, Rusia sí restringe las exportaciones de fertilizantes y alimentos desde Ucrania", esgrime.
NUEVO ORDEN MULTILATERAL PARA ÁFRICA
Frente a la invasión rusa de Ucrania, Borrell aboga por proteger el imperio de la ley y, en ese contexto, pide una revitalización del orden multilateral que valore a África, pues este sistema "responde al reparto de poder" surgido tras la II Guerra Mundial (1939-1945).
"Si queremos salvar el multilateralismo -razona-, hay que dotarle de bases más acordes con el mundo en el que vivimos. Y que toda África no tenga un puesto (permanente) en el Consejo de Seguridad (de la ONU) demuestra que es un orden pensado para otra realidad geopolítica".
El jefe de la diplomacia europea reconoce que la revisión del sistema multilateral "necesita grandes acuerdos", pero ve menos complicado que la Unión Africana tenga un asiento en el G20 (grupo de veinte países desarrollados y emergentes).
"Un sitio en el G20 -concluye- no necesita más que el acuerdo de los del G20. Empecemos por lo fácil". EFE
pa7JAC
(Recursos de archivo en www.lafototeca.com. Códigos 14658810, 14656104 y otros)