Los rebeldes etíopes de Tigré anunciaron este domingo que estaban dispuestos a participar en diálogos de paz auspiciados por la Unión Africana (UA), destinados a acabar con casi dos años de conflicto armado.
"El gobierno de Tigré está dispuesto a participar en un proceso de paz fuerte, bajo el auspicio de la Unión Africana", indicaron en un comunicado las autoridades de la región rebelde, en el norte de Etiopía.
"Además, estamos dispuestos a respetar un cese de las hostilidades inmediato y mutuamente aceptado, para crear una atmósfera propicia", añadieron.
En agosto se reanudaron los combates en el norte de Etiopía, lo que rompió la tregua establecida en marzo. Desde entonces, se han llevado a cabo múltiples esfuerzos diplomáticos para encontrar una solución pacífica al conflicto.
El gobierno etíope insistía desde hacía tiempo en que cualquier proceso de paz debía negociarse bajo la égida de la UA, cuya sede está en Adis Abeba, capital etíope.
Pero el Frente de Liberación del Pueblo de Tigré (TPLF) había rechazado hasta la fecha la mediación del enviado especial de la UA para el Cuerno de África, el expresidente nigeriano Olusegun Obasanjo, denunciando su "proximidad" con el primer ministro etíope, Abiy Ahmed.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, pidió a las partes "aprovechar esta oportunidad de alcanzar la paz y tomar los pasos para terminar definitivamente con la violencia y optar por el diálogo".
Aseguró en un comunicado que la ONU está lista para apoyar el proceso encabezado por la UA.
El conflicto estalló en noviembre de 2020 cuando Abiy Ahmed envió al ejército a Tigré para expulsar al gobierno regional, que rebatía su autoridad desde hacía varios meses y que, según el Ejecutivo, había atacado bases militares.
Este conflicto ha dejado un número difícil de determinar de muertos y obligó a dos millones de personas a dejar sus hogares.
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