La búsqueda ha comenzado. El principal sospechoso es un miembro destacado de una pandilla de Lesoto, un pequeño reino montañoso de África austral, devastado por una guerra de bandas de "famo", un hip-hop local, que ha dejado ya un centenar de muertos.
En julio, 20 personas murieron en tiroteos ocurridos en la vecina Sudáfrica. Dieciséis de ellas, en un bar de Soweto, donde se encontraron un centenar de casquillos de bala por el suelo. Pareciera que los atacantes dispararon al azar.
La policía sudafricana emitió esta semana órdenes de arresto contra cinco hombres en relación con este caso. Entre ellos, se encuentra Sarel Lehlanya Sello, oriundo de Lesoto pero descrito como un personaje "muy conocido" de los servicios de la policía de la región de Johannesburgo.
Más del 15% de los 2,2 millones de habitantes de Lesoto, un país enclavado en la "nación arcoíris" y económicamente dependiente de su gran vecino, viven en Sudáfrica.
Según la orden de búsqueda, el hombre lleva una manta como las que tradicionalmente usan los pastores de Lesoto, amarilla y negra, los colores distintivos de su pandilla, "Terene".
También lleva un gorro, con un nombre escrito que significa "tren" en lengua soto, en referencia a las grandes migraciones a las minas sudafricanas de los años 1970.
¿Ajuste de cuentas entre bandas rivales? ¿Asesinato por encargo? La policía está ávida de pistas y garantiza que cualquiera que aporte informaciones podrá permanecer en el anonimato. Las autoridades locales únicamente precisaron que los sospechosos, buscados por 16 cargos de asesinato y 7 de tentativa de asesinato, huyeron "a un país vecino".
En Maseru, capital de Lesoto, no es fácil hacer hablar a la gente sobre la guerra de pandillas, un conflicto que, según varias fuentes locales, ha dejado un centenar de muertos en los últimos 15 años.
El "famo" se ha vuelto casi clandestino y sus representaciones suelen estar acompañadas de una fuerte vigilancia policial.
"Esto se ha vuelto incontrolable", comenta a la AFP Morena Leraba, de 37 años, un cantante de "famo" de la nueva generación, que compara estas rivalidades con la guerra de bandas que marcó la historia del rap estadounidense en los años 1990.
- Dinero y celos -
El "famo" nació hace casi un siglo a partir de los poemas compuestos por la mano de obra negra de Lesoto, durante los largos periplos que recorrían hasta las minas de diamantes y de oro sudafricanas.
"Actualmente, a eso lo llamaríamos rap", explica Rataibane Ramainoane, fundador de una emisora de radio local, MoAfrika FM.
Relatando la añoranza sentida durante los cientos de kilómetros de viaje, la soledad de la noche en los "shebeens" --bares clandestinos durante el apartheid-- o la rudeza del trabajo, esos hombres fueron introduciendo instrumentos, hasta hacer del acordeón un elemento emblemático de ese género musical, hoy considerado como "el alma del país".
"El 'famo' forma parte del día a día, en la calle, en las estaciones de taxi", explica Morena Leraba.
Productores blancos sudafricanos empezaron a comercializar grabaciones y, al final del apartheid, algunos artistas alcanzaron una gran notoriedad y ganaron mucho dinero, con sus discos vendiéndose por millares.
Pero lo que hasta entonces había sido una guerra de palabras, como en las "batallas" de rap moderna, se convirtió en una guerra comercial.
"Algunos, celosos de quienes tenían mejores ventas, empezaron a eliminarlos, literalmente", cuenta Rataibane Ramainoane. Algunas emisoras de radio, acusadas de darle más espacio en antena a uno u otro grupo, recibieron amenazas. "Es un milagro que yo siga con vida", afirma Raminoane.
Tras la ola de asesinatos del año pasado, el ministro de la Policía de Lesoto intentó prohibir el uso de las mantas tradicionales asociadas a las bandas. Además, algunos miembros de estas últimas son sospechosos de estar implicados en la explotación ilegal de minas de oro de Sudáfrica.
Aún así, su mala reputación no ha impedido que el partido que encabeza la coalición gobernante en Lesoto haya manifestado una cierta proximidad con esas pandillas. No hace mucho, el líder de la Convención de Todos los Basotho (ABC), Nkaku Kabi, felicitó a los miembros de "Terene" por haber recabado numerosos apoyos de cara a las elecciones legislativas, previstas dentro de un mes.
En cambio, Morena Leraba, que está de gira por Europa, pasa poco tiempo en Lesoto. Describiendo un sistema que recluta a "hermanos pequeños, que cantarán y matarán" llegado el momento, el cantante quiere tomar distancia con una lógica de "venganza sin fin".
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