El silbatazo final acababa de sonar tras la mayor derrota fuera de casa sufrida por Liverpool en Europa en más de medio siglo cuando Jurgen Klopp cruzó la cancha para saludar a los aficionados de su equipo.
Típicamente, en su rutina posterior al partido, Klopp lanza golpes al aire frente a los seguidores de Liverpool — y recibe un rugido de aprobación en respuesta.
Esta vez, alzó las manos en señal de disculpa.
La actuación de Liverpool en la derrota 4-1 ante el Napoli en la Liga de Campeones el miércoles fue tan pobre, tan ajena a la imagen del equipo de los últimos tiempos, que hizo que Klopp se rascara la cabeza y se preguntara cómo es que todo ha empeorado apenas tres meses y medio después de disputar la final del máximo torneo de clubes europeos.
“En este momento no está todo claro al 100%”, dijo Klopp. “Tenemos que reinventarnos".
Sin embargo, una reinvención en plena temporada no es una tarea fácil. La ventana de fichajes acaba de cerrarse. Klopp sostiene que no ha cambiado nada en el esquema táctico.
Sigue lidiando con la ausencia de varios jugadores por lesiones — especialmente en la sala de máquinas del mediocampo, donde aún no cuentan con Jordan Henderson, Naby Keita, Curtis Jones y Alex Oxlade-Chamberlain. Varios más necesitan ponerse a tono tras recuperarse de lesiones, como el caso de Thiago Alcántara, Diogo Jota y Joel Matip.
Tal parece que lo más importante para Klopp — de cara a lo que se perfila como un partido crucial en casa ante el Wolverhampton en la Liga Premier el sábado — es que sus pupilos vuelvan a jugar en equipo y dejen de ser tan pasivos.
“Fue la actuación menos compacta que vi en mucho, mucho tiempo”, indicó Klopp sobre el duelo contra el Napoli. “No es que tengamos que reinventar un nuevo tipo de fútbol. Uno siempre trata de mejorar, pero en este momento, obviamente, todos estarían felices si pudiéramos jugar de forma similares a como solemos hacerlo”.
Eso significa que Mohamed Salah, el atacante más letal de la Liga Premier durante los últimos cinco años, se desempeñe como centrodelantero en vez de quedarse atorado por la banda derecha. El egipcio ha pasado inadvertido en varias ocasiones esta temporada. Fue sustituido a los 62 minutos del partido en el sur de Italia pese a que Liverpool iba abajo en el marcador.
Significa que Fabinho recupere la mejor versión en sus funciones de pivote en el mediocampo. El internacional brasileño se ha visto afectado porque no han tenido un socio habitual como volante de contención. James Milner, de 36 años, desentonó ante el Napoli. La presión alta de Liverpool, sello del equipo, desapareció.
También es necesario que Trent Alexander-Arnold vuelva a aportar intensidad como lateral derecho, donde ha dejado mucho que desear en las tareas defensivas. Se le vio desbordado por Khvicha Kvaratskhelia, el georgiano que ha sido el jugador revelación del Napoli esta temporada.
¿Y qué le pasa a Virgil van Dijk? El central ha perdido su aureola imperial, provocando dos penales en siete partidos tras sumar 150 cotejos sin hacerlo. Quizás el mejor van Dijk aparecerá una vez esté mejor rodeado en vez de hacer dupla con Joe Gómez, el cuarto central del equipo y que vivió una pesadilla en el estadio Diego Armando Maradona.
“No estamos en nuestra mejor forma, pero vamos a rectificar. Tengo esa confianza", dijo van Dijk. “Hay que seguir unidos”.
Liverpool sufrió su peor derrota de visita en Europa — el 5-1 ante Ajax en 1966 — y apenas ha ganado dos de sus primeros partidos en la Liga Premier. Pero Klopp merece tiempo para revertir la situación. La pasada temporada, los Reds quedaron más cerca que nadie en la historia del fútbol inglés en ganar un póker de títulos — se llevaron ambas copas domésticas, finalizaronun punto detrás del campeón Manchester City en la liga y sucumbieron ante el Real Madrid en la final de la Champions.
Klopp era ampliamente alabado como uno de los técnicos más brillantes de su generación.
Ello no impidió que un reportero le preguntase a Klopp tras la debacle de Napoli si temía perder el puesto, al cabo de un día en el que Thomas Tuchel fue despedido como técnico de Chelsea al cabo de un mes de temporada.
“En realidad, no, pero ¿quién sabe?”, dijo. “La diferencia, obviamente, es que ellos (en Chelsea) son diferentes tipos de propietarios. Nuestros propietarios son bastante tranquilos y esperan que yo sabré resolver la situación y no esperan otro lo haga”.